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Avanza centroderecha en Italia

Avanza centroderecha en Italia

El avance de la centroderecha en las elecciones municipales de Italia augura que ese país europeo se inclinaría poco a poco a esa corriente política, representada por los partidos Fuerza Italia, la Liga Norte y Hermanos de Italia. En juego, los próximos comicios legislativos

Roma, Italia. Aunque las dinámicas de la política local son diferentes a las de la nacional, los avances de la centroderecha en las elecciones municipales italianas devienen piezas importantes del rompecabezas de cara a los próximos comicios legislativos.

En una actuación destacada, los candidatos apoyados por Fuerza Italia, la Liga Norte y Hermanos de Italia triunfaron en 59 de las 161 ciudades de más de 15 mil habitantes en juego, 13 de ellas capitales provinciales y tres regionales.

Con esos resultados, la centroderecha pasó a controlar 18 gobiernos municipales más que en 2012 y se apoderó de baluartes históricos de la centroizquierda como Génova, Pistoia, La Sepezia y Sesto San Giovanni.

Consolidó además su presencia al frente de los gobiernos de las capitales Frosinone, Alessandria, Asti, Como, Lodi, Monza, Verona, Génova, La Spezia, Piacenza, Pistoia, Rieti, L’Áquila, Catanzaro, Oristano y Gorizia.

El Movimiento 5 Estrellas (M5E), por su parte, mostró también una ganancia neta al aumentar de tres a ocho el control sobre las administraciones de ciudades principales, aunque perdió la capital de la provincia de Parma donde fue confirmado el exintegrante de esa organización, Federico Pizzarotti.

El gran derrotado fue el gobernante Partido Democrático (PD), el cual perdió 14 alcaldías, de ellas 10 capitales provinciales y ganó seis: Cuneo, Palermo, Padua, Lecce, Lucca y Taranto.

Un fenómeno interesante que refleja de alguna manera la crisis de confianza en los partidos tradicionales fue la creciente presencia de las llamadas “listas cívicas”, cuyos representantes se impusieron en 20 municipios de primer nivel.

Centroderecha en Italia

Con la denominación de centroderecha se identifica en Italia una corriente política heterogénea con raíces asociadas al fascismo, la democracia cristiana y el pensamiento liberal-conservador. Sus principios básicos son la defensa de la propiedad privada y la economía de mercado sin interferencias del Estado, basados en la tradición y la exaltación del individualismo.

Los referentes partidistas de esa visión del mundo en Italia van desde la derecha moderada agrupada en Forza Italia, liderada por el exprimer ministro Silvio Berlusconi y Alternativa Popular, del actual canciller, Angelino Alfano, hasta la xénofoba enarbolada por la Liga Norte y su aliado Hermanos de Italia.

Según las más recientes encuestas, entre los cuatro cuentan teóricamente con un respaldo electoral de alrededor del 30 por ciento, similar al del PD y  el M5E, con la diferencia de que estos dos últimos disponen de una base de apoyo propia sobre la cual actúan con autonomía.

Para el ejercicio de su hegemonía, la centroderecha se apoya en el sentido común, esa visión del mundo caótica, fragmentada y desordenada presente en las clases subalternas, como lo definió Antonio Gramsci, y cuyas expresiones se agudizan en la medida en que la crisis económica causa estragos en las capas populares.

Esa conexión se hace más visible en el plano local, donde las personas tratan de satisfacer sus necesidades más perentorias, en especial las relacionadas con el empleo y mejores condiciones de vida.

A diferencia del plano nacional, donde las rivalidades de liderazgo y diferencias programáticas imposibilitan una alianza de la centroderecha para presentarse como un frente unido en un evento electoral, en la base funciona de otra manera y eso explica, en alguna medida, lo sucedido en los comicios municipales del 11 y 25 de junio.

El factor 5 Estrellas

El M5E participó sólo en la disputa de 10 de las 161 alcaldías principales puestas en juego durante el balotaje, con lo cual sus electores quedaron libres, en las 151 restantes, para decidir si abstenerse o, por el contrario, respaldar a otro candidato.

De acuerdo con un análisis realizado por el Instituto Cattaneo sobre el comportamiento de los votantes durante la segunda vuelta, en una muestra de 12 ciudades principales, la opción de la mayoría fue la abstención, la cual fue superior a más del 50 por ciento en siete de ellas.

Sin embargo, indica el estudio, la media aritmética de las 11 ciudades donde participaron candidatos de centroderecha, el 32.1 por ciento de los votos “huérfanos” del M5E fueron para esa corriente política.

Para el Instituto Cattaneo, este resultado confirma la hipótesis sobre una consolidación de motivaciones políticas en el electorado del M5E contrarias a la centroizquierda y en especial a su líder, el exprimer ministro Matteo Renzi.

Las reacciones

La primera reacción fue la del secretario de la Liga Norte, Matteo Salvini, quien reclamó para su organización los lauros por el triunfo alcanzado y demandó, como hizo en otras ocasiones, la renuncia del gobierno encabezado por el primer ministro, Paolo Gentiloni, y la convocatoria anticipada a las urnas.

En declaraciones difundidas por los principales medios del país, Salvini propuso trasladar al plano nacional la experiencia de las alianzas en las elecciones municipales y la aprobación en el parlamento de una ley electoral de enfoque mayoritario.

Para Silvio Berlusconi, la centroderecha puede plantearse el retorno a la dirección del país sobre la base de un programa compartido y de una coalición de fuerzas políticas diferentes, “caracterizada por un claro perfil moderado, basado en raíces cristianas, según el modelo de centroderecha triunfante en toda Europa y hoy también en Italia”.

La declaración del exprimer ministro resucitado con los resultados de estos comicios locales se traduce, según un análisis de la edición italiana del Huffington Post, en un mensaje claro: “más que populistas y lepenistas, la centroderecha vence sólo si la guía permanece en manos de Fuerza Italia y su fundador”.

“La moderación es una categoría que dejó de existir en política”, respondió la líder de Hermanos de Italia, Giogia Meloni, quien dijo no estar interesada en las etiquetas, sino en los contenidos.

A pesar de los modestos resultados alcanzados por el M5E, su líder Beppe Grillo reaccionó exultante por el triunfo en ocho de los 10 candidatos en la segunda vuelta con lo cual su organización pasó a controlar en total de 37 a 45 alcaldías, además de la elección de nuevos concejales.

“Con cada maldita elección continuamos creciendo”, aseveró el comediante en su blog y advirtió que “para vencer debemos ser un equipo que lucha junto por un objetivo común”.

A Renzi le correspondió asumir la derrota, aunque trató de restarle importancia al calificarla como “una mancha en la piel de un leopardo” y recurrir a la aritmética para demostrar que a pesar del retroceso el PD sigue al frente de la mayoría de los gobiernos municipales.

Rechazó la idea de rearmar una coalición amplia de centroizquierda y perseveró en su visión del PD como partido mayoritario, en tanto manifestó que “la controversia continua y exasperante” en la centroizquierda no hace más que facilitarle las cosas al adversario.

El exprimer ministro consideró que el PD tiene una obra que mostrar con los resultados de su gobierno y el del actual primer ministro, Paolo Gentiloni, además de un programa con políticas e iniciativas, las cuales deben ser compartidas con los ciudadanos.

“Si se pierden las elecciones es porque no se habla con la gente, no porque se hagan complicados juegos de alquimia desde Roma”, puntualizó a través de Ore Nove, la reseña cotidiana de prensa política realizada por el PD.

Por su parte, el secretario de Izquierda Italiana, Nicola Fratoianni, se refirió a las causas del avance de la centroderecha al afirmar que los resultados de los últimos compromisos electorales “están marcados por sentimientos muy radicales de miedo, rabia e incertidumbre respecto al propio futuro”.

En un artículo publicado en la edición italiana del Huffington Post, reclamó una novedad política verdadera capaz de anunciar el inicio de una época nueva fundada en la seguridad social y la redistribución de la riqueza cultural y material, la paz y la convivencia civil entre los diversos, la defensa del territorio y de la salud.

En el mismo sentido se pronunció el secretario del Partido de la Refundación Comunista, Maurizio Acerbo, quien atribuyó los resultados de la segunda vuelta de las elecciones a la rabia y desilusión de millones de personas que se abstuvieron.

Al hacerlo –indicó en un comunicado publicado en el sitio web de su agrupación– expresaron un juicio negativo sobre gran parte de las administraciones salientes y más en general sobre una política que no ofrece alternativas creíbles.

Frank González/Prensa Latina

[LÍNEA GLOBAL]

Contralínea 546 / del 03 al 09 de Julio de 2017