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Manuel Aguilera Gómez y su conflicto, esperanza y frustración petrolera

Manuel Aguilera Gómez y su conflicto, esperanza y frustración petrolera

I. Es un libro de siete ensayos político-económicos que van subiendo de tono crítico. Alcanza su clímax a partir del capítulo cinco, rematando su análisis con el tránsito del Petróleos Mexicanos (Pemex) de la expropiación de 1938 a la contraexpropiación de 2014; o sea, de la grandeza de un Lázaro Cárdenas al presidente del montón: Peña Nieto. No son las dos caras de la misma moneda: la del mexiquense en el “basurero de la democracia que está lleno de vidas de aspirantes a líderes” (John Keegan, La máscara del mando). La cardenista asida al pueblo, al Estado-nación, al imperio de la ley constitucional. De un Pemex para garantizar la soberanía energética, la independencia económica y la intervención en el mercado para relativizar los abusos del capitalismo, a un expemex privatizado que abre al país a todos los riesgos de la globalización del neoliberalismo económico, y como botín de los capitalistas que ya son el 1 por ciento de la población mundial (Joseph B Stiglits, La gran brecha). Valga lo anterior como prólogo a la reseña del libro de Manuel Aguilera Gómez: El petróleo mexicano: conflicto, esperanza y frustración.

exlibris-489-aII. En 146 páginas están sus reflexiones nacionalistas escoltadas por la investigación del economista y político que no ha perdido ni el rumbo ni la dirección, guiado por la estrella polar mexicana del nacionalismo histórico. Es un análisis crítico-propositivo sobre el “nuevo Pemex”, el estancamiento económico del país, la pérdida de la soberanía energética y política, la supeditación incondicional a la voracidad de la globalización de la absoluta libertad de los mercados, y el empeño proempresarial por afianzar el neoliberalismo económico. La saqueadora intervención de la secretaría Hacienda-Videgaray en pos de la candidatura presidencial para seguir llevando el timón de Pemex-Los Pinos, y terminar de entregar la política económica al capitalismo del Consenso de Washington y por la vía de la “reforma” energética que ya suprimió la Expropiación petrolera de 1938. “Con la reforma energética nos percataremos de que ése no era –ni por asomo– el origen de nuestro estancamiento secular; pero será tarde porque resultará muy difícil y costoso revertir los saldos de nuestra imprudencia, de nuestra pasividad, de nuestra indiferencia… Pese a todo no debemos olvidar que no hemos arribado al final de la historia”.

III. Será difícil revertir la entrega de Pemex, pero no es imposible. Los ensayos de Aguilera Gómez, Premio Anual de Economía Política Juan F Noyola, del Colegio Nacional de Economistas, van al centro del asunto, como es la venta del petróleo a los mejores postores que aplauden a los que entregan la medalla Victoriano Huerta, que sustituyó a la de Belisario Domínguez, mientras se apoderaron ya de la Suprema Corte para impedir las consultas populares, como hicieron con la “reforma” energética para cancelar la democracia directa y asirse a la corrupta democracia representativa. El texto es una defensa racional y patriótica del Pemex que fue de la nación, hasta que la derecha desnacionalizada asaltó el poder presidencial que sigue siendo la punta de la plutocracia que lleva al país a la crisis general. Son alegatos contra el fundamentalismo del mercado, la globalización del neoliberalismo económico y contra la entrega incondicional al capitalismo que ya está encima del petróleo, la electricidad y el gas, que nos han hecho perder la soberanía energética. El peñismo ha consumado la traición; y el capitalismo va ganando la lucha contra los pobres y lo que representa la nación.

Autor: Manuel Aguilera Gómez

Título: El petróleo mexicano. Conflicto, esperanza y frustración

Editorial:         UNAM-MAPorrúa, 2015

Álvaro Cepeda Neri

Contralínea 489 / del 23 al 28 de Mayo 2016

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[BLOQUE: MISCELÁNEO][SECCIÓN: EX LIBRIS]