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A mediados de 2015, el entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, ordenó al titular del Servicio de Administración Tributaria, Aristóteles Núñez, que realizara una exhaustiva investigación contra su enemigo político y director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, y su operador en la petrolera, Froylán Gracia Galicia, entre otros de sus colaboradores cercanos.

Ésta podría ser una de las cartas que se juegue el exsecretario ahora que ha sido acusado penalmente por Lozoya Austin en el caso de los sobornos de la trasnacional brasileña Odebrecht, destinados a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto (2012), pero también a corromper a legisladores para que se aprobaran las reformas estructurales –en particular la energética– y electoral.

En aquel momento, las órdenes de Videgaray Caso también llegaron a la oficina de Alberto Bazbaz Sacal, entonces titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, para que escudriñara todas las cuentas bancarias relacionadas con Lozoya Austin y Gracia Galicia, incluidas las de familiares cercanos, socios y presuntos prestanombres. Asimismo, la instrucción era colaborar con el SAT en todo lo que se requiriera para integrar la investigación, sobre todo en temas de presuntas empresas fachada.

Aristóteles Núñez y Alberto Bazbaz concluyeron sus exhaustivas investigaciones la segunda quincena de septiembre de 2015 y entregaron directamente a su jefe el grueso expediente con datos fiscales y financieros de primer orden.

Con el cúmulo de evidencias reunidas por sus subordinados, el poderoso secretario Luis Videgaray –considerado en su momento el hombre más cercano al presidente– acudió a su jefe Peña Nieto, pero el priísta –ahora también imputado por Lozoya Austin en la trama de corrupción de Odebrecht– no procedió contra el director de la petrolera ni contra su operador. Así, aquel expediente del que seguramente Videgaray aún guarda copia, se archivó en las oficinas de Palacio Nacional para luego desaparecer definitivamente de los archivos oficiales.

La investigación actual

Aunque la UIF de Bazbaz Sacal se sumergió a todas las cuentas bancarias ligadas a Lozoya Austin y a su operador Gracia Galicia, el expediente de este caso no formó parte de los archivos que heredó la actual administración. Por ello, el doctor Santiago Nieto Castillo ordenó investigar en 2019 a Lozoya Austin, y hace unas semanas –previo al arribo de Lozoya a México–, se abrió el expediente de Froylán Gracia.

De este último, el rastreo incluye cuentas bancarias de personas físicas y morales (en las que tiene intereses y participación de manera extraoficial), así como bienes adquiridos tanto en México como en el extranjero, presuntamente a través de empresas fachada y prestanombres.

Froylán Gracia fue el colaborador más cercano de Emilio Lozoya en Pemex y se le ubica como quien fuera “el filtro” para la asignación de contratos en la petrolera, por los que se habrían obtenido ganancias multimillonarias, como han reportado Univisión y El Universal.

Además de Gracia Galicia, otros colaboradores cercanos a Lozoya que pueden ser llamados a declarar por la Fiscalía General de la República, son: Arturo Henríquez Autrey, quien fungió como director Corporativo de Procura y Abastecimiento, y su primo Carlos Autrey Díaz Aldrete, Patricio Báez, Daniel Zapata –uno de los principales enlaces con empresarios y contratistas–, Rafael García –hijo del exsecretario particular de Jorge Díaz Serrano, quien fue director general de Pemex durante el gobierno de José López Portillo.

Caso Odebrecht

Luego de las denuncias penales presentadas ante la FGR –el pasado 11 de agosto– por Lozoya Austin en contra de los expresidentes Peña Nieto, Felipe Calderón y el exsecretario Luis Videgaray, uno de los exfuncionarios de Pemex que estaría salpicado es precisamente Gracia Galicia.

Y es que al ser su principal operador, también habría participado directamente en el caso de los sobornos de la trasnacional Odebrecht, en especial en lo que se refiere a la asignación de los contratos a favor de esa compañía para la reconfiguración de la Refinería de Tula y el gasoducto Los Ramones.

Froylán Gracia fue además el principal enlace de Lozoya con la compañía Odebrecht, a través de Luis de Meneses Weyll, representante de esa brasileña en México; e incluso se han documentado sus distintos viajes a Brasil entre 2013 y 2015. Por ello, en la carpeta de investigación de la FGR sobre el caso Odebrecht, Froylán Gracia es uno de los principales inculpados.

Aunado a ello, hay un expediente de investigación en la Secretaría de la Función Pública, sobre la evolución patrimonial de Gracia Galicia, del cual se podría echar mano en estos momentos. Éste se realizó a finales de 2017 cuando al frente de esa institución estaba Arely Gómez.

En ese expediente, la Dirección de Evolución Patrimonial documentó que el exfuncionario era dueño de:

-Un inmueble ubicado en la calle Crestón, en Jardines del Pedregal, con un valor superior a 6 millones de pesos, cuando su valor real era muy superior a esa cantidad.

-Un inmueble en ese mismo fraccionamiento, ubicado en la calle Llama.

-Un condominio ubicado en la calle Río Nilo, en la Colonia Reforma Chapultepec, con un valor superior a los 5 millones de pesos, que no declaró.

-Un auto Audi S5 Coupe, modelo 2013, que tampoco declaró.

-Distintos depósitos en efectivo en sus cuentas bancarias.

Veremos si a ese operador se refirió Lozoya Austin en sus denuncias penales o cuál será el papel de Gracia Galicia en este, que se perfila ya, como uno de los casos de corrupción más trascendentales de México por sus repercusiones políticas y empresariales.

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