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Reactivar economía en AL depende de control de Covid-19: Cepal-OPS

Reactivar economía en AL depende de control de Covid-19: Cepal-OPS

“Si no se controla la curva de contagio de la pandemia, no será posible reactivar la economía de los países”, determinaron la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Por ello propusieron tres fases de trabajo para el control de la crisis sanitaria, la reapertura económica y la reconstrucción de sociedades más inclusivas y resilientes.

En un informe conjunto, subrayaron que para el cumplimiento de dichas fases se requiere liderazgo y una rectoría efectiva y dinámica de los Estados, mediante políticas económicas, sociales y de salud, integradas, coordinadas, participativas y adaptadas a cada contexto nacional y subnacional, guiadas por los principios de la vida, la salud y el bienestar.

El reporte Salud y economía: una convergencia necesaria para enfrentar el Covid-19 y retomar la senda hacia el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe –presentado hoy en conferencia virtual por Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, y Carissa F Etienne, directora de la OPS– “los desafíos estructurales de la pobreza, la profunda desigualdad en diferentes dimensiones y la debilidad de los sistemas de protección social y de salud han exacerbado la vulnerabilidad de la región ante la pandemia”.

Se estimó dentro del texto una caída del 9.1 por ciento del producto interno bruto (PIB), así como un aumento del desempleo al 13.5 por ciento este año, lo que equivale a más de 44 millones de desempleados. También se prevé un incremento de 4.5 puntos en la tasa de pobreza extrema, alcanzando a 96 millones de personas, y un incremento de 7 puntos porcentuales en la tasa de pobreza, esto es 231 millones de latinoamericanos pobres en total.

Sumado a ello, los sistemas de salud de la región están “subfinanciados, segmentados y fragmentados”, y están acompañados de un bajo gasto público que sólo alcanza un promedio del 3.7 por ciento del PIB, cuando el ideal es 6 por ciento, según la OPS.

Sobre este punto, el informe destacó que los hogares de América Latina y el Caribe “cubren más de un tercio del financiamiento de la atención de salud con pagos directos del bolsillo (34 por ciento), al mismo tiempo que cerca de 95 millones de personas realizan gastos catastróficos en salud y casi 12 millones se empobrecen debido a estos gastos”.

“Nos enfrentamos a un desafío sin precedentes, que requiere de sistemas de salud sólidos y bien financiados para superar esta crisis y así poder recuperarnos. Invertir en salud pública hasta alcanzar al menos un 6 por ciento del PIB, con particular énfasis en la atención primaria en salud es proteger los logros alcanzados en salud, pero también asegurar el desarrollo sostenible y hacer frente a la creciente pobreza y desigualdades en la región”, señaló Etienne.

Con respecto a los impactos de la pandemia en los grupos vulnerables, el reporte indicó que se verán afectados de manera desproporcionada los pueblos indígenas –los cuales representan casi el 10 por ciento de la población latinoamericana– y los afrodescendientes –el 21 por ciento de la población de América Latina–, ya que viven en las peores condiciones socioeconómicas y tienen acceso limitado a la protección social, además de enfrentar altos niveles de discriminación en el mercado laboral.

A su vez, se agravará la vulnerabilidad de los migrantes y los refugiados, y de las personas mayores de 60 años (85 millones en la región) y las personas con discapacidad (70 millones); siendo las mujeres las más gravemente afectadas, debido a que están sobrerrepresentadas en las actividades económicas más golpeadas por las medidas de contención del virus y en los sectores laborales más expuestos al contagio, aunado a los riesgos de violencia y feminicidio.

“Avanzar en la igualdad es fundamental para el control eficaz de la pandemia y para una recuperación económica sostenible en América Latina y el Caribe. Debemos atender la emergencia e implementar una estrategia para superar las debilidades estructurales de las economías y sociedades. Por ello cambiar la estrategia de desarrollo es esencial en la región”, apuntó Bárcena.

De tal manera, la Cepal y la OPS describieron en el informe que para enfrentar la crisis sanitaria se requiere de una respuesta estructurada en tres fases de control, reactivación y reconstrucción, que incluyan acciones como las siguientes:

-Adoptar medidas de salud pública que vayan de la mano con medidas de protección social, reforzadas mediante la generación de un espacio fiscal, y así preservar la capacidad productiva de la economía.

-Eliminar barreras de acceso para el diagnóstico y el tratamiento del Covid-19 y las comorbilidades, así como no comprometer la continuidad de los servicios de atención de otras enfermedades, y los servicios de salud sexual y reproductiva, de controles pre y posnatales, de salud mental y los programas de prevención regulares.

-Implementar un ingreso básico de emergencia, durante 6 meses para toda la población que se encuentre en situación de pobreza en este año, y asegurar el funcionamiento de la cadena de suministro de alimentos.

-Definir estándares y procedimientos que minimicen los riesgos de contagio, considerando la especificidad de los sectores productivos y territorios, y que prioricen la protección de los trabajadores y los consumidores, para garantizar una reactivación de la economía segura.

-Rescatar y apoyar a las microempresas mediante subsidios, y condicionar a las grandes empresas a que se mantengan los contratos de trabajo, no se invierta en paraísos fiscales y no se redistribuyan las ganancias entre los socios.

-Ampliar el acceso universal a la salud y fortalecer los sistemas de salud con un enfoque de derechos y de género, basado en la atención primaria, priorizando a las poblaciones particularmente vulnerables.

-Fortalecer los sistemas de información y transformación digital de apoyo en salud para mejorar el acceso, la calidad y la capacidad resolutiva, así como la vigilancia de enfermedades y la respuesta a brotes.

-Contribuir a la reconstrucción a través de una política fiscal progresiva y un gasto público suficiente, eficiente, efectivo y equitativo, abordando las debilidades estructurales de los sistemas fiscales.

-Reducir la dependencia de productos médicos importados, y fortalecer las capacidades productivas en las industrias farmacéutica y de insumos y aparatos médicos.

-Adoptar políticas industriales que conlleven un gran impulso para la sostenibilidad ambiental y combatir el cambio climático, tomando en cuenta la fragilidad del ecosistema, para prevenir futuras enfermedades zoonóticas.