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ONU pide perspectiva de derechos humanos en atención a Covid-19

ONU pide perspectiva de derechos humanos en atención a Covid-19

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El Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Procedimientos Especiales, Órganos de Tratado y Otros Mecanismos de la ONU emitió el 27 de abril la tercera actualización de las “Directrices esenciales para incorporar la perspectiva de derechos humanos en la atención a la pandemia por Covid-19”, las cuales son necesarias para la atención a la crisis y sus consecuencias.

En un comunicado, la ONU-DH informó que esa tercera actualización profundiza en los temas de “estados de excepción, uso de la fuerza, género, no discriminación, libertad de expresión, impacto económico y desigualdad y, se agrega el tema de impartición de justicia”.

Al respecto de las Directrices, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, señaló: “nuestros esfuerzos para combatir el virus no darán resultados a menos que apliquemos un enfoque holístico, lo que significa que debemos proteger cuidadosamente a los sectores más vulnerables y desfavorecidos de la sociedad, tanto en términos médicos como económicos”.

Respecto a los temas actualizados, se menciona que en los estados de excepción y de alarma el uso de poderes extraordinarios en situaciones de emergencia deben ser declarados públicamente, aplicados con sentido humanitario y notificados a los órganos de tratado correspondientes; ellos no deberán ser usados como base para atacar grupos particulares, minorías o individuos. Del mismo modo, las restricciones serán notificadas a la población afectada y tendrán que tener objetivos legítimos de salud pública y, estar sujetos al derecho internacional de los derechos humanos.

En cuanto al uso de la fuerza, las Directrices señalan que se prohíbe la privación arbitraria de la vida, la tortura y malos tratos; y la represión sólo deberá utilizarse cuando sea estrictamente necesario. En ese sentido, la violación del toque de queda, o cualquier restricción a la libertad de movimiento no son razones.

En el apartado de género se recalca la necesidad de reducir la repercusión de la crisis sobre las mujeres del sector sanitario y del sector informal; igualmente, se prioriza a embarazadas y adultas mayores. Además, señala el necesario apoyo a los servicios de salud sexual y albergues ante mujeres víctimas de violencia durante el confinamiento.

Igualmente, considera que la crisis pandémica es una oportunidad para promover el empoderamiento económico de las mujeres y para atender las desigualdades de género en el empleo y los sistemas de protección social.

En el aspecto de la no discriminación, la ONU-DH hace visible que la estigmatización hace que ciertas poblaciones sean más vulnerables a la violencia. Agrega que los Estados tienen el compromiso de frenar los discursos de odio con motivos de religión o creencia y que es necesario un diálogo inclusivo que se adhiera a las medidas de salud pública.

Las directrices señalan que la libertad de expresión incluye el derecho a buscar, recibir y difundir información de ideas de todo tipo, independientemente de las fronteras y, a través de cualquier medio. Añaden que el periodismo cumple una función crucial en este momento de emergencia sanitaria y es esencial una prensa libre, abierta y transparente para generar confianza pública.

Para la organización, la crisis es una oportunidad para reflexionar y revertir la ideología de acuerdo al crecimiento económico, apelando a cuestionar y cambiar los patrones y comportamientos de consumo para reducir la desigualdad. Así, los Estados deben incrementar el gasto enfocado en las desigualdades y pobrezas causadas por la crisis de Covid-19.

Finalmente, el nuevo tema que se agrega en las Directrices habla de la impartición de justicia y la necesidad de una innovación inmediata de los servicios que prestan los sistemas de justicia en asuntos prioritarios, como son derechos humanos o situaciones de inseguridad crecientes. También aborda que el confinamiento no debería impedir que el sistema judicial siga con los procesos, por lo que es necesaria la aplicación del trabajo en línea por parte de tribunales y jueces.