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Desde España, presionan a Pemex por crisis en astillero vigués Hijos de J Barreras

Desde España, presionan a Pemex por crisis en astillero vigués Hijos de J Barreras

Estalla crisis en astillero Hijos de J Barreras: Pemex cesó a José García Costas de la dirección tras incumplir un contrato con la trasnacional Ritz Carlton. Ahora, la petrolera mexicana enfrenta presiones para ceder el 51 por ciento de sus acciones o ceder el control a la minoría, e incluso se habla de un proceso de venta a favor del fondo Oaktree. La secretaria Nahle dice a Contralínea que la Sener apoya las decisiones de Petróleos Mexicanos

El incumplimiento en la construcción del crucero de lujo Azora, para la trasnacional Ritz Carlton, desató una de las peores crisis que ha vivido la industria de Vigo, España: Hijos de J Barreras –el astillero más importante de la región, y propiedad mayoritaria de Petróleos Mexicanos (Pemex)– se encuentra enfrascado en una pugna interna por su control, una profundización de su endeudamiento y hasta un paro de labores, que lo colocan en ruta de la quiebra.

El conflicto ya habría generado la pérdida de unos 1 mil empleos en las empresas auxiliares, conocidas en México como subcontratistas, según han denunciado éstas. Medios locales señalan que, con el apoyo de las autoridades de Galicia, 32 de esas compañías acreedoras se organizaron en un frente común –la Unión de Industrias Navales Ría de Vigo, SL– para presionar a Pemex a que les ceda su parte o deje de tomar las decisiones del negocio.

En este contexto crítico, medios como ABC de Galicia, La Voz de Galicia y Faro de Vigo también han reportado que –en octubre– la petrolera mexicana entró en un proceso de venta a favor del fondo de inversiones Oaktree. De confirmarse, la firma estadunidense se haría del total de las acciones que Pemex posee –51 por ciento– en condiciones muy desventajosas para México, donde nada de esto se ha ventilado a pesar de involucrar recursos del erario nacional.

La venta también ocurriría pese a que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ordenó a la administración del ingeniero Octavio Romero Oropeza hacer valer la mayoría accionaria en la factoría naval, para imponer los intereses de este país y no los de España.

Consultada respecto a la participación de la petrolera en Hijos de J Barreras, la titular del ramo y presidenta del Consejo de Administración de Pemex, Rocío Nahle García, dice a Contralínea que “la Secretaría de Energía apoya y acompaña las acciones que ha tomado Pemex desde el inicio de esta administración”.

Sin embargo, la secretaria no acepta abundar sobre las supuestas negociaciones con Oaktree, porque indica que es un tema que se discute en el Consejo. Ahí, advierte, es donde se está dando seguimiento al proceso que vive actualmente esa inversión pública triangulada.

El tema no es menor, pues la empresa productiva del Estado mexicano ha destinado por lo menos 6 mil 975 millones 667 mil pesos del erario al astillero español.

De acuerdo con datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), a 2017 Pemex –a través de su filial PMI Norteamérica, SA de CV– había destinado 6 mil 855 millones 445.2 mil pesos a la construcción de dos unidades habitacionales flotantes –Reforma Pemex y Cerro de la Pez–, y 120 millones 221.8 mil pesos –por conducto de PMI Holdings, BV– a la compra de las 510 acciones.

El conflicto

Para el consorcio CESCE, a cargo de la cobertura del financiamiento que dio Caixabank a Hijos de J Barreras para la construcción del crucero de lujo de Ritz Carlton, el de Azora era el mayor proyecto de construcción de una naviera española.

Ahora es, sin duda, uno de los mayores fracasos de la industria. Y es que resulta que durante el concurso de adjudicación, Hijos de J Barreras presentó la menor y más atractiva oferta pero por un error en los cálculos, que ha resultado en un sobrecosto estimado en más de 50 millones de euros (más de 1 mil 80 millones de pesos).

Por ello, a fines de septiembre de 2019, Pemex corrió a José García Costas de la presidencia del Consejo de Administración del astillero, en medio de acusaciones de presuntos casos de corrupción pero, sobre todo, por el incumplimiento de los plazos para la construcción del crucero Azora y los sobrecostos multimillonarios que mantienen a Hijos de J Barreras en una ruta hacia la quiebra.

Fue así que la salida de García Costas precipitó la crisis en la industria naval, a tal grado que la Xunta de Galicia ya intervino para mediar entre los contratistas y acreedores, el astillero –representado por funcionarios de Pemex– y los trabajadores, que han mantenido paros escalonados para demandar seguridad laboral, según reportan los medios locales.

De acuerdo con La Voz de Galicia, la salida de García Costas se dio principalmente por las presiones de la trasnacional Ritz Carlton a Pemex. Ello, porque los sobrecostos del crucero Azora podrían ascender a 100 millones de euros, atribuidos al mal cálculo de su administración.

La inversión pública

Hijos de J Barreras es una de las inversiones más importantes de Petróleos Mexicanos en el extranjero. La petrolera mexicana reconoce que la adquisición de acciones se hizo de manera triangulada, a través de su Grupo PMI.

Fue la filial PMI Comercio Internacional la que firmó un contrato de inversión para la compra de las 510 acciones del astillero Hijos de J Barreras, SA, el 26 de noviembre de 2013, cuando al frente de Pemex estaba el cuestionado Emilio Lozoya Austin; y para el 16 de diciembre de 2013, PMI asumió formalmente el control de la empresa, refiere el Informe anual 2013.

La historia de esta compra, sin embargo, es atribuible al expresidente Felipe Calderón Hinojosa, pues fue su administración la que se comprometió a rescatar de la quiebra a Hijos de J Barreras, en un contexto muy adverso para la industria viguesa y en contra de los intereses de México. Todo, para cumplir la voluntad del fallecido Juan Camilo Mouriño, quien en 2007 prometió a los españoles invertir el erario mexicano en España.

De hecho, en su Informe anual Pemex cuenta la historia de esta compra como “un largo proceso” que comenzó en la primavera de 2012, con la firma de un protocolo de intenciones para transferir tecnología y conocimiento al sector naval mexicano. Lo que jamás ocurrió.

Más allá de la compra de acciones, el rescate del astillero se produjo gracias a los contratos para construir los dos floteles. En febrero de 2014 inició la construcción de las dos unidades flotantes de alojamiento para trabajadores de las plataformas marinas en los astilleros Navantía y Barreras, localizados en las ciudades de Ferrol y Vigo (en Galicia, España).

Reestructura de Pemex

Aunque el objetivo de la participación de Pemex en el astillero se limitaba oficialmente a la construcción de las unidades Reforma Pemex –contratado por Pemex Exploración y Producción para dar servicio en la Sonda de Campeche– y Cerro de la Pez –actualmente ubicado en Coatzacoalcos, Veracruz–, concluidas en diciembre de 2016 y febrero de 2017, la petrolera permanece en esa empresa española.

El problema también ha sido que su participación accionaria ha quedado en medio de la reestructura que ha emprendido la administración de Romero Oropeza en las empresas “privadas” ciento por ciento propiedad de Pemex, ligadas al llamado Grupo PMI.

Y es que la tenedora de las acciones de Hijos de J Barreras –PMI Holdings, BV, constituida y operada en Países Bajos– se encuentra en proceso de liquidación. De acuerdo con la ruta que sigue Pemex en este proceso de reestructura, el 51 por ciento de acciones pasará a manos de otra de sus filiales privadas: PMI Holdings Petróleos España, asentada en Madrid.

Además de este proceso al interior de las PMI, el propio astillero fue objeto de una revisión exhaustiva ordenada por Pemex –con auditorías incluidas para conocer la situación real de la empresa–, hasta derivar en la salida de García Costas por las presuntas anomalías detectadas.

Así, la relación del gobierno de AMLO con Hijos de J Barreras no ha sido tersa. Ello, porque desde antes de asumir la Presidencia, el equipo de transición ya había enfrentado fricciones con la presidencia del Consejo del astillero.

Como Contralínea lo informó, funcionarios de los sectores de Energía y Hacienda intentaron vender “al vapor” y a un precio castigado el 51 por ciento de las acciones al cierre del gobierno de Enrique Peña Nieto, en noviembre de 2018, pero el equipo de transición frenó los acuerdos.

En aquel momento, los accionistas minoritarios del astillero habían emplazado a Pemex para que en diciembre de 2018 la paraestatal les cediera toda su participación accionaria y dejarlo fuera del plan de negocios que incluía la construcción de Azora. Ahora, quienes la emplazan a ceder sus acciones son las subcontratistas acreedoras, con el apoyo de la Xunta de Galicia en Vigo.

No obstante, funcionarios de Pemex siguen negociando con Ritz Carlton para reanudar la construcción del crucero Azora y, con ello, destrabar el conflicto, refiere el portal Economía Digital al citar a Sergio Gálvez, presidente del comité de Hijos de J Barreras.

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La ASF ya había detectado el mal negocio de Pemex en el astillero

Al revisar la Cuenta Pública 2017, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) recomendó a Pemex desinvertir en Hijos de J Barreras. El máximo órgano de fiscalización del país emitió la Promoción de Responsabilidad 2017-9-90T9N-15-0471-08-001, de carácter administrativa sancionatoria, para que “la Unidad de Responsabilidades en Petróleos Mexicanos o su equivalente realice las investigaciones pertinentes y, en su caso, inicie el procedimiento administrativo correspondiente por las irregularidades de los servidores públicos que en su gestión autorizaron invertir en el astillero Hijos de J Barreras, SA, por conducto de PMI Holdings, BV; inversión que no correspondió a una actividad sustantiva, situación que Petróleos Mexicanos no aclaró en virtud de que omitió información; en consecuencia, no quedó justificada la inversión realizada, la cual reportó pérdidas, no obstante que su objetivo es maximizar el valor económico y la rentabilidad”.

Dado a conocer el año pasado, el informe de la ASF también recomendó a Pemex evaluar si la inversión en acciones que mantiene en el astillero contribuye a generar y maximizar su valor económico, de conformidad con el eje rector establecido en el Plan de Negocios 2017-2021, a fin de que la empresa productiva del Estado cumpla con la focalización en actividades sustantivas.

La auditoría Inversión en unidades habitacionales flotantes y su participación accionaria en astilleros refiere que, con motivo de la presentación de resultados finales y observaciones preliminares, la Subdirección de Análisis y Regulación de Negocios y Empresas Filiales, adscrita a la Dirección Corporativa de Alianzas y Nuevos Negocios de Pemex, informó que PMI Holdings “está en espera del momento más conveniente para evaluar la posible venta, o conservar la inversión en Hijos de J Barreras, a pesar de que las circunstancias actuales del mercado propiciaron que Pemex ya no requiriera la construcción de nuevas embarcaciones”.[/fullwidth]

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Los floteles

La auditoría Inversión en unidades habitacionales flotantes y su participación accionaria en astilleros da cuenta de que, en 2013, Pemex Exploración y Producción (PEP) licitó dos contratos de servicios de alimentación y hotelería a bordo de dos Unidades Habitacionales Flotantes, a fin de cumplir con las metas de producción de las subdirecciones de Producción Bloques Aguas Someras AS01 y AS02. La empresa ganadora, agrega, fue PMI Norteamérica, SA de CV [propiedad de Pemex e integrante del Grupo PMI], la cual, en conjunto con dos astilleros españoles, construyó los floteles Reforma Pemex y Cerro de la Pez.

La Auditoría Superior determinó que no fue posible constatar que las dos unidades, entregadas por los astilleros a PMI Norteamérica, cumplieron con las características establecidas en las licitaciones públicas que emitió PEP, debido a que no se proporcionaron las actas de entrega-recepción correspondientes.

También reportó que la aceptación final del Reforma Pemex –construido por Hijos de J Barreras– fue el 30 de diciembre de 2016, con un costo de 3 mil 740.18 millones de pesos. En 2017, esta unidad se encontraba en operación y fue contratada por PEP para prestar los servicios de alimentación y hotelería en las plataformas de producción.

En el caso de Cerro de la Pez –construida por el astillero Navantía, SA– detalla que se entregó a PMI Norteamérica el 10 de febrero de 2017, y su costo ascendió a 3 mil 115.26 millones de pesos. De acuerdo con la ASF, este flotel se mantuvo atracado en el astillero por 452 días, con un costo diario de guarda y custodia de 3.6 mil dólares, lo que generó un costo para su propietaria PMI Norteamérica de 1 millón 627.2 mil dólares, equivalentes a 30.41 millones de pesos, desde su entrega hasta el 11 de abril de 2018, fecha en que zarpó a México.

En febrero de 2019, el máximo órgano de fiscalización de México “obtuvo información relacionada con el tráfico marino, mediante la cual se conoció que la unidad Cerro de la Pez se encuentra en la zona de Coatzacoalcos, Veracruz, México”.

El informe agrega que, en julio de 2017, el Consejo de Administración de Pemex autorizó la desinversión de ese flotel, y se consideró que la desinversión permitiría cubrir las necesidades de PEP. Sin embargo, no se proporcionó el contrato mediante el cual se formalizó la compra-venta de Cerro de la Pez, lo que impidió comprobar la realización de esa operación, argumentando que “forma parte de la operación propia de la empresa filial PMI Norteamérica, y se encuentra sujeto a cláusulas de confidencialidad negociadas entre partes privadas”.

Ante la Auditoría Superior, “Pemex indicó que PMI Norteamérica no es una entidad de derecho público, no lleva a cabo operaciones que involucran recursos públicos federales o participaciones federales, se encuentra organizada conforme al derecho privado y las operaciones que realiza se rigen por el derecho común”.

De acuerdo con la ASF, “la restricción de la información generada, como parte de las operaciones de las empresas filiales de Petróleos Mexicanos, impidió que durante la ejecución de la auditoría se comprobara que las unidades habitacionales flotantes Reforma Pemex y Cerro de la Pez, entregadas por los astilleros a PMI Norteamérica (empresa filial de Petróleos Mexicanos) cumplieron con las características de los bienes previstas en las licitaciones públicas que emitió Pemex Exploración y Producción”.[/fullwidth]

Nancy Flores

[INVESTIGACIÓN] [CAPITALES]