Síguenos en redes

Homicida culposo podría quedar libre por apoyo panista: hermano de víctima

Homicida culposo podría quedar libre por apoyo panista: hermano de víctima

Edwin Eduardo Lugo Navarro, declarado confeso del homicidio culposo de un joven de 21 años, podría dejar la cárcel a tan sólo 1 mes de haber sido detenido y privado de su libertad en el Reclusorio Norte.

Y es que a pesar de que desde octubre de 2012 se declaró culpable de haber atropellado y matado a Alan Alejandro Martínez Rojas –el 29 de septiembre de 2012–, las autoridades capitalinas podrían dictar el auto de libertad.

Lugo Navarro fue detenido hasta febrero pasado, y le dictaron auto de formal prisión preventiva. No obstante, en el expediente consta una carta firmada por el diputado Sergio Mendiola Sánchez, del Partido Acción Nacional en el Estado de México, en la que asegura conocer al inculpado desde hace 8 años y a quien reconoce como una persona honorable.

Para el hermano de la víctima, Héctor Martínez Rojas, el legislador aboga por la libertad de Lugo Navarro y esto podría propiciar su pronta excarcelación.

Martínez Rojas asegura temer por la integridad y la vida tanto de su familia como de los testigos, pues desde 2014 han sido amenazados por buscar justicia.

El hermano de la víctima indica que “de acuerdo con las declaraciones de los testigos que obran en el expediente FGAM/GAM-2/T1/1632/12-09, a mi hermano lo atropellaron en una Golf Negra con matricula MGA-7667 frente a la Escuela Nacional de Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional. De acuerdo con la declaración del copiloto, el conductor nunca frenó al momento del impacto ni se detuvo a auxiliar a mi hermano”.

Lo anterior, refiere, coincide con los peritajes que determinaron que nunca hubo frenado y sí un arrastramiento de 85 metros. “Por lo cual, el cuerpo de mi difunto hermano quedó destrozado; técnicamente se le desprendió un brazo. Y la autopsia determinó que falleció por traumatismos múltiples”.

Al referirse a la confesión de Lugo Navarro, Héctor Martínez señala que el homicida confeso “alegó que tuvo que vender a un bajo costo el vehículo con el que atropelló a mi hermano, el cual por cierto, se sabía que estaba arreglado con ‘válvulas de alivio’ para superar los límites de velocidad establecidos por el fabricante”.