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Profesores de la sección 18 consiguen mantener su “estabilidad laboral”

Profesores de la sección 18 consiguen mantener su “estabilidad laboral”

Nota

Profesores michoacanos se reúnen con representantes de los gobiernos federal y local. Consiguen mantener su estabilidad laboral y la relación bilateral patrón-sindicato

La tarde del pasado 9 de julio, los profesores de la sección 18 del magisterio de Michoacán sostuvieron una mesa de negociación con representantes de los gobiernos federal y local. El encuentro fue pactado como consecuencia de las movilizaciones de los docentes michoacanos, quienes estallaron un paro de labores en el 85 por ciento las escuelas del estado y emprendieron una caminata de más de 300 kilómetros con destino a la Ciudad de México.

Los profesores lograron mantener su estabilidad laboral y la relación bilateral patrón-sindicato. “Importantes logros en contra de la mal llamada reforma educativa, que contempla borrar la representación sindical”, puntualiza Juan José Ortega Madrigal, secretario general de esta sección docente.

Luis Enrique Miranda Nava, subsecretario de Gobernación, estuvo presente en la mesa de negociación en representación del gobierno federal. Por parte del gobierno de Michoacán asistieron Salvador Jara Guerrero, gobernador; Jaime Darío Oseguera Méndez, secretario general de Gobierno; y Armando Sepúlveda López, secretario de Educación.

En entrevista con Contralínea, Ortega Madrigal comenta que uno de los principales objetivos de esta jornada de lucha consistió en la anulación de las implicaciones de la nueva Ley de Coordinación Fiscal que contempla la centralización de la nómina. Esto, explica, conllevaría a una situación de despidos masivos, puesto que el Estado únicamente se haría cargo de los docentes federalizados, dejando en el desamparo, para el caso de Michoacán, a unos 27 mil trabajadores de la educación, cuyos ingresos dependen del gobierno local.

En este sentido, asegura el líder sindical, “el fantasma de los despidos masivos quedó ahuyentado: el gobierno de Michoacán se comprometió a seguirse haciendo cargo de la nómina de estos trabajadores”.

Otro de los compromisos asumidos por el gobierno local en el marco de esta negociación es la creación de mecanismos de regularización para los docentes que, como consecuencia del desorden administrativo existente, tienen claves de profesores pero se desempeñan como administrativos, y para los que presentan algún error en sus expedientes.

La continuidad de los programas sociales que garantizan la dotación de uniformes, útiles escolares, calzado, becas y desayunos calientes a los alumnos, como una forma de aportar a la economía familiar y de erradicar el ausentismo y la deserción escolar, fue otro de los logros alcanzados. Para ello se trabaja en la creación de un Comité de Transparencia que estará atento de la aplicación, calidad y distribución de los recursos.

Gobierno local y federal se comprometieron, finalmente, a mantener los recursos destinados a la operación de los proyectos alternativos de educación a cargo del magisterio michoacano. Éstos consisten, sobre todo, en compensaciones para las personas que se desempeñan en dichos proyectos.

Aunque el pliego de demandas de la sección 18 contempla también la exigencia de plazas automáticas para los estudiantes egresados de las normales públicas, Éste “es un punto no concluido”, refiere Ortega Madrigal. Para conclusión y toma de decisiones respecto de éste y otros temas, el 11 de julio próximo, la representación sindical y el gobierno de Michoacán sostendrán una siguiente reunión.

—¿Es posible afirmar que el objetivo de su jornada de lucha fue satisfecho? –se le pregunta.

—En un alto porcentaje; no podemos decir que en su totalidad. No alcanzamos la abrogación [de la reforma educativa]. Hay algunos puntos pendientes que tendremos que ir buscando.

Ortega Madrigal subraya que durante el encuentro con autoridades federales y estatales “se ratificó el compromiso de una mesa de carácter nacional con los integrantes de la CNUN [Comisión Negociadora Única Nacional]”, cuya fecha tentativa se definirá el próximo sábado en el marco de la Asamblea Nacional Representativa que celebrará la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación.

Es 9 de julio. Una espesa capa de nubes grisáceas se impone ante la timidez del sol. El recorrido apenas inicia pero los caminantes, hombres y mujeres, ya muestran signos de cansancio. En los últimos 8 días han recorrido alrededor de 280 kilómetros a pie: Queréndaro, Jeráhuaro, Apeo, Zaragoza, Atlacomulco, Ixtlahuaca, Toluca, La Marquesa.

No son atletas profesionales. Son maestros de escuelas públicas. No buscan reconocimientos ni medallas; su maratón –dicen dicen es “en defensa de la educación” y los derechos laborales del magisterio.

El pasado 1 de julio, alrededor de 2 mil 100 profesores de las sección 18 del magisterio de Michoacán iniciaron su andar. El Palacio de Gobierno de Michoacán, como punto de partida. Hoy, con un contingente reforzado por otros 1 mil docentes, pretenden arribar al lugar del que fueron desalojados hace casi 10 meses, el Zócalo de la Ciudad de México.

José Manuel Beltrán, quien está por cumplir los 40 años de servicio docente, se encuentra en la vanguardia de los contingentes. Cabeza gacha. Pies firmes. Aunque algunos de sus compañeros se ausentaron de la caminata por algunos días, José Manuel, de 62 años de edad, es de los pocos que ha caminado cada kilómetro.

—¿Aún se siente fuerte para participar en este tipo de movilizaciones?

—Yo considero que sí. Sí me considero todavía con cierto vigor físico y, a lo mejor, mental, espiritual. Creo yo que aún jubilado voy a seguir.

Es el día 9 de la caminata. Los profesores michoacanos, acompañados de las representaciones magisteriales de Chiapas, Chihuahua, Veracruz, Guerrero, Distrito Federal, Oaxaca, Yucatán y Estado de México han recorrido al menos 20 kilómetros cada día; han dormido en tiendas de campaña montadas en escuelas y auditorios; han comido lo que se puede; hoy, por ejemplo, tan sólo una torta de jamón.

Juan Manuel, quien está enfermo de diabetes, manifiesta sentirse cansado, “pero no para decir aquí me quedo y aquí me siento y que los demás sigan”. Agrega: “Me he mentalizado de alguna manera. Voy pensando en los efectos y el valor que tiene para todos mis compañeros, para el bien común, seguir en la lucha”.

Ropa y calzado cómodos, los integrantes del magisterio democrático concluyen su andar alrededor de las 18:00 horas. Los recibe una ligera llovizna. Poco después, los representantes sindicales informan sobre los logros de la movilización.

Desde la plancha del Zócalo capitalino, la profesora Guadalupe Luquin refiere que en 1994 el magisterio michoacano intentó una movilización similar: una caravana motorizada hacia la capital del país, con paradas y mítines en diversos puntos del camino. Entonces el panorama fue distinto: un cerco militar, montado a la altura de Querétaro, les cerró el paso.