La pena de muerte sigue vigente en 35 entidades de las 50 que integran Estados Unidos. Apenas a finales de junio pasado, Texas llegó a las 500 ejecuciones desde 1976. La mayoría de los condenados a muerte son negros. A pesar de la discriminación, la corrupción y la ineficiencia que priva en los juzgados, los estadunidenses mantienen a la pena capital como piedra angular de su impartición de justicia