La información de la reportera puntualiza otra de las irregularidades de este caso: para recibir las turbinas, FGG ofreció en garantía a la paraestatal una carta de crédito por 20 millones de dólares. Sin embargo, Ramos Elorduy aceptó que en lugar de la carta de crédito se diera en garantía una carta prendaria de las turbinas a pesar de que aún no eran propiedad de FGG.
“Adicionalmente, el 3 de marzo de 2010, Laris Alanís, superior jerárquico de Ramos, aceptó que el pago del anticipo a FGG se hiciera en una cuenta del First Caribbean International Bank, ubicado en Islas Turcas y Caicos, un paraíso fiscal del Caribe”.