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“La ETA nos enseñó a ser vascos”: Ipiña

“La ETA nos enseñó a ser vascos”: Ipiña

Luis Miguel Ipiña Doña, vasco radicado en México desde hace 31 años, se encuentra preso en el penal de Chiconautla desde mayo pasado. Acusado de portación de arma de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas e investigado por terrorismo internacional, terrorismo y delincuencia organizada, refiere que su encierro tiene motivaciones políticas, pues las autoridades mexicanas han basado su detención en la “fabricación de pruebas”. Señala que su detención fue un montaje y rechaza haber realizado acciones en México vinculadas con la ETA, organización a la que identifica como “nuestro ejército de liberación”

 
Santa María Chiconautla, Estado de México. Es día de visita en el Centro Preventivo y de Readaptación Social Sergio García Ramírez. En un pasillo de dos metros de ancho se acomodan decenas de personas que acuden a la visita familiar. En las paredes del patio, imágenes religiosas; cobijas improvisadas como techo cubren del sol a los visitantes; acordes de guitarras y voces de alegría; intenso olor a comida; niños que denotan hastío en sus rostros parecen no entender en qué lugar se encuentran. Ipiña surge entre la multitud de presos vestidos con ropa azul.
 
—¿Cómo es la vida en la cárcel?
 
—Preferiría estar en una cárcel española que en este infierno.
 
Luis Miguel Ipiña llegó a México el 28 de diciembre de 1980; se casó, y adquirió la nacionalidad mexicana en 1987. Se dedicó a trabajar en tiendas de autoservicio y restaurantes. Incluso trabajó temporalmente en una panadería Lecaroz, de la cual fue despedido por supuestamente ser una persona mayor. Ipiña asegura que la causa verdadera fue que el dueño de la cadena Lecaroz, Julián Larrechea Etxenique, se enteró de su exmilitancia en la organización Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad; ETA).
 
Su trabajo “más estable” ha sido como chofer de taxi. “Tenía que dar 230 [pesos] diarios de cuenta [al dueño del taxi], más 200 [pesos] de gasolina; no me alcanzaba con eso, pero me daba tiempo de escribir”. Ha publicado dos libros, uno sobre la lucha del pueblo vasco y otro sobre la situación de los refugiados vascos en México.
 
En sus ratos libres escribía en su blog de internet sobre la lucha de Euskal Herria (País Vasco), la política en España y el conflicto en Palestina, entre otros temas. También documentaba la situación en las cárceles femeniles mexicanas en otro blog. Éste fue eliminado después de su detención, al igual que su página de Facebook.
 
El 20 de mayo pasado, 31 años después de su llegada a México, fue detenido por alrededor de 30 agentes de la Policía Federal Ministerial cuando se disponía a trabajar en su taxi. Fue ingresado a un vehículo policial mientras se realizaba un cateo en su casa. Después fue trasladado a las instalaciones de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
 
“Eran como las cinco y media de la mañana, y antes de abordar el taxi que trabajo, llegaron [unos] policías encapuchados en una furgoneta y me inmovilizaron en el suelo. Vi cómo se metían a mi casa y sacaban cosas de ahí.”
 
La versión oficial señala que los policías llegaron a casa de Ipiña, en Ecatepec; le preguntaron si podían entrar, a lo cual él habría accedido. Un arma larga, fusil de asalto AK-47, con cinco cartuchos y una pistola calibre .25 con tres cartuchos supuestamente habrían sido encontrados en el interior de su casa, según consta en el acta de cateo emitida por la autoridad judicial. Después de permanecer dos días en las instalaciones de la SIEDO, el Ministerio Público consignó la averiguación previa ante el Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de México, por el delito de posesión de arma de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas. Se le dictó auto de formal prisión, y desde entonces permance en este penal de Chiconautla.
 

El espionaje

 
En 1939 terminaba la Guerra Civil Española con la victoria y llegada al poder del general Francisco Franco. Toda expresión cultural autonomista vasca se criminalizó. La ETA surgió en 1958 para reinvindicar la independencia de Euskal Herria del Estado español, explica Ipiña.
 
Originario de San Sebastián, Guipúzcoa, y con 60 años de edad, Ipiña Doña, relata su infancia: “Cuando estudiaba el kínder nos hacían cantar el himno falangista con el brazo levantado como hacían los nazis. Estaba prohibido que habláramos el euskera, nuestra lengua madre. ETA nos enseñó que somos vascos; es nuestro ejército de liberación; el Estado español es el que nos asesina, detiene y aniquila nuestra cultura; ellos son los terroristas”.
 
Comenta que en la cárcel se hizo famoso: “Mis compañeros vieron el momento en el que el Canal 40 anunciaba la detención de ‘un peligroso terrorista’. Se trataba de mí; corrieron a avisarme para que viera la televisión; aún así creyeron poco de lo que decía la tele”.
 
Leonel  Rivero Rodríguez, abogado defensor de Ipiña Doña, explica que su cliente es investigado por terrorismo internacional, terrorismo y delincuencia organizada. Señala que “es un asunto de seguridad nacional para el gobierno mexicano, y tiene que ver con un seguimiento constante y puntual a las actividades que realizan los refugiados vascos en México, de los cuales, la mayoría ya son mexicanos por naturalización”.
 
Agrega: “Varios servicios de inteligencia, entre éstos el Centro Nacional de Investigación y Seguridad Nacional [Cisen], el Ejército [Mexicano], la Armada [de México], Plataforma México, incluso la Interpol [Organización Internacional de Policía Criminal], envían a la Procuraduría General de la República [PGR] información sobre Luis Miguel Ipiña y lo vinculan con otros integrantes de la comunidad vasca [en el país…] Están en vías de construir un caso por terrorismo internacional, terrorismo y delincuencia organizada contra ciudadanos vascos. La investigación de esos delitos sigue en curso y podrían darse detenciones cuando sea conveniente para el  Estado español o el Estado mexicano”.
 
El reporte de información 380/2010 que el Cisen entregó a la PGR –y del cual Contralínea posee copia– demuestra que Ipiña Doña era seguido puntualmente al menos desde octubre de 2010.
 
En su reporte (con fecha del 22 de octubre de ese año) el Cisen vincula –sin pruebas– a Ipiña con la Diáspora Vasca Francisco Javier Mina y con el Comité Mexicano de Apoyo al País Vasco. Además, señala a estas organizaciones –sin que pueda probarlo– de ser entramados estructurales del aparato político de ETA en México.
 
También indica que el acusado participa en actividades de protesta en la Universidad Nacional Autónoma de México en apoyo al movimiento nacionalista vasco. Y lo acusa de mantener vínculos de interés con otros integrantes de ETA. No obstante, el reporte del Cisen señala que las causas judiciales por las cuales era buscado Ipiña en España ?asesinato, tenencia de armas y pertenencia a banda armada? ya están prescritas.
 

“Pruebas” contra Ipiña, correos electrónicos

 

Entre los gritos de los vendedores de dulces, el bullicio de los familiares de los internos y la música con ritmo de salsa de potentes bocinas instaladas en el patio, Ipiña se dice inocente.
 
“Yo jamás he tenido en mis manos un arma; que me digan que estoy en la cárcel por escribir un blog, lo admito; pero no por posesión de armas porque eso no es cierto; es una cuestión política”.
 
Con la voz entrecortada, comenta: “México es un país que me dio la libertad; no puedo cometer delito alguno contra México. Sólo me quiero dedicar a escribir. Ahora me han hundido la vida”. Agrega: “¡Mis armas son las letras!”.
 
—¿Qué actividades realizas en la cárcel?
 
—Mis compañeros trabajan la madera y cosen carteras; yo sólo me dedico a escribir algunas historias, porque escribir es algo libre.
 
Seis meses antes de su detención, el 29 de noviembre de 2010, fue capturado el vasco Juan Carlos Recarte, supuesto integrante de ETA, acusado de participar en el atentado del edificio de la Unión y el Fénix Español el 17 de octubre de 1987, donde resultó muerta la ciudadana María Cruz Yoldi Arradres.
 
Recarte fue expulsado de México debido a su situación migratoria irregular, y enviado a España, donde fue detenido al bajar del avión en el aeropuerto de Barajas por autoridades españolas.
 
El 1 de diciembre de 2010, La Cronica de Hoy publicó que la captura de Recarte se debió a una denuncia anónima que alertaba su presencia irregular en territorio mexicano. Recarte Gutiérrez fue absuelto el 24 de noviembre de 2011 por la Audiencia Nacional Española.
El abogado comenta que, “con base en esa nota, el Ministerio Público de la Unidad Especializada en Investigación de Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas decidió iniciar un acta circunstanciada y le pidió al Instituto Nacional de Migración [INM] que informara los motivos de la expulsión de Recarte. El INM respondió que fue expulsado por su estancia ilegal en el país y que, al momento de su detención, Recarte declaró que en México su función era realizar actividades de terrorismo y que estaba aquí por encomienda de ETA. Si esto hubiera sido cierto, el INM tenía la obligación de entregarlo a las autoridades mexicanas, en lugar de haberlo expulsado”.
 
Debido a esa información, en febrero pasado fue cateado el domicilio de Juan Carlos Recarte en la colonia Nápoles, Distrito Federal; ahí se encontraron computadoras, discos duros y material informático. En la investigación del material asegurado, supuestamente se encontraron correos electrónicos en los cuales Ipiña Doña le avisaba a Recarte la obtención de armas para ETA y le adjuntaba fotografías de las mismas.
 
 

El montaje

 
Asiduo lector de León Tolstói, Benito Pérez Galdós y Miguel de Unamuno, Ipiña Doña ?entre risas? no oculta su gusto por las canciones de los grupos Campeche Show y Bronco, así como ser aficionado del equipo de fútbol La Real Sociedad. Lo que más extraña: la lucha y su pueblo.
 
“Mi pueblo es anterior al reino español; ni los romanos ni los moros pudieron conquistarnos”, dice orgulloso. Agrega: “en tiempos de Franco sólo llevar los colores de la ikurriña [bandera vasca] eran motivo para ser encarcelado”.
 
El abogado Leonel Rivero considera que existe una manipulación evidente de la información, ya que los archivos adjuntos, en los cuales supuestamente están las fotografías de las armas, tienen una fecha de creación posterior a la del supuesto correo que Ipiña envió a Recarte.
 
Después del cateo en casa de este último comenzó la vigilancia en el domicilio de Luis Miguel Ipiña. De acuerdo con la versión de las autoridades, policías ministeriales se habrían asomado al interior de la casa particular de Ipiña y habrían logrado ver el cañón de un arma AR-15. Con base en esa información y la que se obtuvo de los órganos de inteligencia, se concedió una orden de cateo.
 
Rivero Rodríguez recuerda que la información de los órganos de inteligencia no puede ser utilizar como evidencia de alguna actividad, ya sea judicial o de investigación. “Sin embargo, ese tipo de documentos son utilizados como prueba para solicitar el cateo. El juez que lo concede pasa por alto esta situación”.
 
También otras irregularidades quedan al descubierto: en el acta de cateo se asienta que la recolección de evidencias fue a las 06:00 horas; pero que el cateo ocurrió una hora después, lo cual, según el abogado, muestra que manipularon los hechos.
Los números de serie del arma y del equipo electrónico que se registraron en el acta de cateo no coinciden con la fijación que hizo el perito de dichos objetos. Ante eso, las autoridades señalaron que se debió a un error de dedo.
Por otro lado, los testigos de asistencia –que tienen como función junto con el Ministerio Público dar fe de la actuación– participaron también como testigos de presencia cuya labor es certificar que todo lo que se asienta en el acta corresponda con la realidad.
 
Rivero Rodríguez explica que “los testigos de presencia no puede ser testigos de asistencia; no se puede tener el doble carácter. Aquí los testigos de presencia se vuelven de asistencia; eso, por sí mismo, anula el acta. En el acta no se describe ningún cargador. Aparece sólo hasta que el perito en balística hace el peritaje del arma. Si sumamos cada una de estas cosas, estamos ante una manipulación de todas las evidencias que aparentemente fueron encontradas en su domicilio; es un montaje”.
 
El abogado explica que, “de acuerdo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las evidencias que son recabadas en un cateo que no se ajustan al estándar de legalidad, deben desestimarse como evidencias, como pasó en el caso [de Jorge] Hank Rhon; en éste ni siquiera tenían que haber dictado el auto de formal prisión. Si le quitamos la connotación política, todas estas irregularidades no resisten un análisis serio de legalidad”.
 
Para el abogado, la fabricación de este caso se compara con el del excombatiente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes. “Ese caso le sirvió al gobierno colombiano para incriminar a mucha gente [supuestamente vinculada con las FARC] haciéndola aparecer en las computadoras de Reyes. En este caso, la SIEDO tiene en su poder más de 10 equipos informáticos, que fueron requisados de manera ilegal, los cuales manipulan a su antojo.
 

Me dicen el español

 
Ipiña Doña padece diabetes, hipertensión y retención de líquidos, y el penal en el que se encuentra presenta altos índices de sobrepoblación. Sin embargo, se mantiene firme y convencido de que saldrá libre. Hace un llamado a la intelectualidad mexicana para solidarizarse con su causa.
 
Las historias de sus compañeros los inspiran a escribir. “Cuando salga libre, publicaré un libro con algunas historias que me han contado; hay mucha gente inocente aquí dentro”.
 
—¿Cómo es tu relación con los demás internos?
 
—Para muchos soy indiferente; les caigo como un extraterrestre, aunque tengo amigos que me cuentan sus casos.
 
Entre risas comenta que “es una desgracia” que le apoden el Español.
 
—Incluso me han llegado a decir el Gallego; los que más me conocen me dicen simplemente el Vasco.
 
 

Fin de la lucha armada

 
El pasado 17 de octubre se llevó a cabo en San Sebastián (ciudad natal de Ipiña), la Conferencia para la Paz en Euskal Herria, en la que participaron Kofi Annan, exsecretario general de la Organización de las Naciones Unidas, y Brian Currin, mediador internacional en conflictos en Irlanda del Norte y Suráfrica.
 
En la declaración final de la conferencia, se exhorta a ETA a un cese definitivo de la lucha armada. A los gobiernos español y francés se les solicita mayor apertura para un dialogo que permita la solución del conflicto en Euskal Herria. La declaración final fue aceptada por las fuerzas políticas de la izquierda abertzale (nacionalista) al día siguiente.
 
Finalmente, el 19 de octubre –y después de haber anunciado un cese al fuego permanente y verificable en enero pasado–, ETA anuncióel fin de la lucha armada después de 43 años de actividad.
 
Mientras parece vislumbrarse un proceso histórico en el País Vasco, en México Luis Miguel Ipiña Doña podría ser condenado hasta  12 años de cárcel si se le declara culpable.
 
Después de que el 28 de setiembre pasado el Magistrado del Quinto Tribunal Unitario en materia penal confirmara el auto de formal prisión, la defensa interpuso un amparo, el cual quedó radicado en el Segundo Tribunal Unitario del Segundo Circuito con sede en Toluca.
 
Ipiña se muestra convencido de que saldrá libre en próximas fechas. Piensa regresar a trabajar como chofer de taxi y seguir escribiendo artículos y libros.
Pide la solidaridad de la intelectualidad mexicana y agradece al pueblo de México “por todo lo que he recibido de los mexicanos en estas tres décadas”.
 
Concluye la hora de visita. En el patio se observan familias abrazadas. Llantos, risas y promesas de regresar se manifiestan entre las decenas de personas. Los vendedores recogen apresuradamente su mercancía. La gente se agolpa rumbo a la salida; el pasillo de 30 metros de largo se recorre en cinco minutos. Los custodios exigen ver el sello en el brazo que colocaron para ingresar. Ha finalizado  la jornada de la visita.