Es preocupante observar los diversos escenarios para México que, de suceder, podrían poner en riesgo su estabilidad y viabilidad.
Uno de éstos, de corte catastrófico, imaginado por actores en los ámbitos de la seguridad dentro y fuera del país, afectaría el resultado de la elección y situaría al país al borde de una crisis peor a la que se experimentó en 1994 con el alzamiento armado en Chiapas y los asesinatos de Luis Donaldo Colosio, candidato a la Presidencia por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el de José Francisco Ruiz Massieu, entonces diputado electo y futuro coordinador de la Cámara de Diputados.
