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Dos años de un ayuntamiento sin pena ni gloria

Dos años de un ayuntamiento sin pena ni gloria

Opacidad en la asignación de contratos a proveedores, subejercicio de recursos del ramo 33. Mala recaudación del impuesto predial, reducida liquidez financiera a finales de año. Una baja atención a vialidades en mal estado; carencia de policías y cuerpos policiacos como principales generadores de quejas de la ciudadanía, es el desalentador panorama que enfrenta la actual gestión del Ayuntamiento de Puebla.

Ignacio Juárez Galindo

El gobierno municipal encabezado por Blanca Alcalá Ruiz, que este mes cumple dos años en el poder, oscila entre la medianía y algunos de los índices más bajos a nivel nacional, de acuerdo con el Sistema de Indicadores de Desarrollo (Sindes), elaborado por la Asociación de Municipio de México (AMMAC) y el ICMA Latinoamérica.

El estudio, en el que Puebla participa desde el 2003, evaluó en su edición 2009 a 20 municipios de México, entre los que se encuentran las capitales más importantes como Boca del Río, Mexicali, Hermosillo, Torreón, Guadalajara, San Pedro Garza, Atizapan, Zapopan, entre otros. En total se incluyen 78 indicadores, de los cuales en casi la mitad Puebla obtiene resultados menores a la media nacional.

Dividido en siete áreas, el Sindes representa uno de los mecanismos más confiables en la evaluación de los indicadores municipales y es una herramienta utilizada para transparentar los avances y retrocesos de las administraciones. A pesar de que la AMMAC está integrada por gobiernos de extracción panista, las últimas dos administraciones poblanas, cuyos ediles son militantes del PRI, decidieron refrendar su adhesión y someterse al escrutinio.

Un gobierno para los amigos

Según el resultado obtenido en la edición 2009, el municipio poblano tiene su peor evaluación en el rubro de Hacienda Pública. Allí, la administración de Blanca Alcalá tuvo la deshonra de sentar “un máximo histórico” en el gasto por invitación directa, es decir, la asignación de contratos o compras máximo a tres personas sin que medie una licitación que es el mecanismo recomendable para evitar la corrupción.

La evaluación ubica a Puebla con un 46.28 por ciento, el mayor gasto nacional en la actualidad, amen de ser 2.5 veces más que la reportada en 2007 en la gestión del priista Enrique Doger Guerrero. La media nacional para la evaluación fue de 11.88%, pero municipios como Chihuahua y San Pedro Garza reportaron porcentajes del 1.76 y 2.2, respectivamente.

De la misma forma, el ayuntamiento de Puebla se colocó entre los cuatro municipios con un menor gasto mediante una licitación. Mientras la media nacional asciende a 44.76%, en la ciudad poblana es de 35.04%, una caída dramática si se compara con 2006 y 2007, en donde la cifra ascendía a 42.99% y 53.86%.

El costo de la medianía

También en el rubro de la Hacienda Pública, la capital poblana se encuentra entre los cinco últimos lugares en cuanto a “autonomía financiera”, con un promedio de 28.20% pese a que la media nacional es de 37.3%.

Los mismos malos resultados se encuentran en eficacia en la recaudación y en cobro de cuentas de predial. En el primero, asciende a 62.46%, pero el promedio de todos los municipios evaluados es de 71.88%. En el caso del segundo, Puebla tiene 66.01%, pero a nivel nacional es de 71.79%.

Para confirmar la sanidad de la hacienda de los municipios, el Sindes incorpora otras dos evaluaciones: liquidez al cierre de año y deuda municipal. El primer indicador compara “el monto de los activos líquidos remanentes al 31 de diciembre respecto a los pasivos a corto plazo”, por lo que “a mayor porcentaje, mayor cobertura financiera”. Así pues, el gobierno de Alcalá Ruiz se encuentra entre los 10 más bajos a nivel nacional con 74.90%, cuando la media nacional es de 171.70%.

Respecto a la deuda municipal, Puebla está entre los cuatro más importantes de todos los municipios evaluados, con un promedio de 1.42, mientras que la media nacional es de 0.68.

Fallas en seguridad pública

Otro de los rubros del Sindes donde la capital poblana tiene graves resultados es seguridad pública, principalmente en el número de policías por cada mil habitantes. De hecho, es el indicador más bajo a nivel nacional con 0.77 uniformados, cuando el promedio es de 1.58.

El otro segmento preocupante es el número de quejas presentadas por ciudadanos contra cuerpos de seguridad pública (tránsito y policía). En Puebla, nueve de cada 10 reclamaciones contra el ayuntamiento se dirigen a este sector, que lo ubica como el segundo más alto en todo el país. Sin embargo, sólo 15% de las inconformidades procedieron, siendo 16% contra agentes de tránsito y 13% contra policías.

Capital a destiempo en infraestructura

En la evaluación realizada por la AMMAC e IMAC Latinoamérica, el deterioro de las condiciones de la infraestructura urbana y los problemas de calidad de vida –relacionados con recreación y medio ambiente- son expuestos con la crudeza de los números.

Así pues el Sindes establece que pese a la millonaria inversión en bacheo y atención de vialidades realizado por Blanca Alcalá, casi cuatro de cada 10 vialidades en la ciudad no tienen “ningún tipo de tratamiento básico para rodamiento de vehículos”, es decir, “bacheo, sobre carpeta, recarpeteo, repavimentación, empedrado o rehabilitación de calles”.

En cuanto a alumbrado público, Puebla se encuentra entre los municipios con los índices más bajo de eficiencia en la operación de dicho servicio, además de estar por debajo de la media nacional en cuanto a metros cuadrados de vialidades por luminaria. Mientras a nivel nacional el indicador se ubica en 606.92 metros, aquí en la ciudad asciende a 577.25 m2.

No obstante, los indicadores más graves en infraestructura son los metros cuadrados de áreas verdes y módulos de recreo por habitante. El primero asciende a 1.86 m2, cuando la media nacional es de 5.51 m2; y el segundo es de 1.18 m2, y la media nacional es de 2.25 m2.

En su edición de 2009, el Sindes incluyó el indicador de “nivel de inversión en infraestructura”, es decir, todos los recursos que se destinan a esta acción y provienen de diversas fuentes como ingresos propios, ramo 28, deuda, coinversión con los gobiernos federal y estatal, entre otros.

Para tener una claridad en la inversión, los encargados del estudio plantean que a mayor valor del resultado obtenido es mayor inversión. Pero, los datos obtenidos no son nada alentadores para la ciudad poblana, pues mientras a nivel nacional asciende a 0.22, aquí se ubica en 0.18. Incluso existen municipios como Ramos Arizpe, Atizapán y Boca del Río que su inversión es de 0.58, 0.56 y 0.53, respectivamente.

De la misma manera, el Sindes introdujo una nueva categoría de evaluación a la que denominó “eficacia en el ejercicio del ramo 33”. En el listado de los resultados, los evaluadores plantean que dicha partida presupuestaria representa más de la mitad de los ingresos de varios municipios de México.

“Este indicador –abunda el estudio- se refiere a la eficacia en cuanto a su ejercicio (del ramo 33). Este primer resultado promedio se ubica en 79.96%, indicando una primera lectura de que el monto total del recurso no llega a ejercerse al final del año”.

La medición, sin embargo, plantea que hay cuatro municipios evaluados que reportaron al 100% el ejercicio de los recursos, pero en Puebla el resultado asciende a 65.21%, es decir, casi cuatro de cada 10 pesos el ramo 33 no llegó a ejercerse.

Asimismo, se incluyó otro indicador: “Ramo 33 invertido en infraestructura”, el cual “mide la distribución porcentual de lo invertido en infraestructura social” como educación, fortalecimiento institucional, salud, entre otros.

Puebla, en esta categoría, tiene un nivel porcentual de 57.54, mientras que el promedio nacional asciende a 64.85%. Por el contrario, municipios como Hermosillo, León, Naucalpan, Nogales y Torreón aplicaron en su totalidad los recursos a infraestructura social.