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Orellana y Castro: complicidad

Orellana y Castro: complicidad

Defensor del Periodista


Así como la mayoría de los desgobernadores, incluyendo al jefe de Gobierno del Distrito Federal, es enemigo de la libertad de prensa, también lo son Eduardo Medina-Mora, de la Procuraduría General de la República (PGR); Edgar Elías, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal; el subprocurador de Derechos Humanos de la PGR y su fiscal para Delitos contra Periodistas, Juan de Dios Castro Lozano y Octavio Orellana Wiarco (los modernos cuatro antimosqueteros que bailan al son que les tocan desde Los Pinos).

Calderón y Cortázar han dejado de cumplir sus obligaciones de derecho positivo constitucional (y no como ellos creen: de su derecho natural), abandonando a la prensa al abuso de (des)gobernadores como Ulises Ruiz y Eduardo Robinson Bours, por poner los dos ejemplos más representativos de la barbarie que impera por todo el territorio (a la par de las mafias de las delincuencias organizadas contra el poder policiaco y militar del gobierno federal).

De los dos informes al respecto, Darío Ramírez, director de Artículo 19 en México, organización dedicada a defender los derechos de los periodistas, sintetizó el de Orellana Wiarco: “De acuerdo con los datos presentados, durante el año 2008 han tenido lugar 13 asesinatos y dos desapariciones de periodistas en México; los estados de Oaxaca y Tamaulipas ocupan los primeros lugares de agresiones contra la libertad de prensa; y de los 274 casos que se ventilan en el fuero federal, en 95 se declaró incompetencia, seguido del no ejercicio de la acción penal en 29 de ellos y 26 casos fueron archivados”.

Entre éstos, la denuncia con exceso de pruebas de este columnista contra Robinson Bours, dada la complicidad de Castro y Wiarco para con el desgobernador sonorense. “El informe –agrega– es un deficiente ejercicio de rendición de cuentas y un fiel reflejo sobre la falta de resultados ante la impunidad que prevalece en este tipo de casos” (El Universal, 18 diciembre de 2008).

El otro informe es de Reporteros sin Fronteras. México, Irak, Paquistán y Filipinas integran el cuartero de países muy peligrosos para el ejercicio del periodismo. El reportaje bajo el nombre “Libertad de prensa”, sobre el que nos informó el reportero Juan Arvizu (El Universal, 26 de diciembre de 2008), ratifica que el periodismo mexicano continúa siendo un desempeño profesional donde abundan homicidios, secuestros y censura previa.

Y lo más grave es que los encargados de perseguir a los responsables, tras la denuncia penal, hacen como si actuaran, pero en realidad con sus omisiones y deliberados actos para no consignar son cómplices de esos delincuentes que desde el poder público arremeten contra las libertades de prensa; también los jueces federales y del fuero común del Distrito Federal dictan actuaciones y resoluciones de notoria parcialidad contra los periodistas.

Orellana minimizó este informe y para manchar al periodismo se atrevió a decir que hay “delincuentes metidos a periodistas”, sin dar un solo nombre, informó Gustavo Castillo García (La Jornada, 10 diciembre de 2008), como estúpida réplica a la carta enviada a Calderón para hacerle saber que, bajo su administración, 2008 ha sido “un año negro para la prensa”.

Calderonistas y foxistas odian las libertades de prensa, pues su autoritarismo político no tolera el ejercicio de esos y otros derechos humanos de los mexicanos. Aún así, la prensa crítica mantendrá a toda asta la Constitución contra los Orellana, Castro, Medina, Cortázar y demás enemigos públicos de esas libertades.

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