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La seguridad alimentaria pasa por el camino de las legumbres

La seguridad alimentaria pasa por el camino de las legumbres

Roma, Italia.  Las legumbres –lentejas, frijoles, garbanzos, en  general los guisantes– están llamados a ser el componente fundamental de una buena dieta nutricional.

Estudios de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) las señalan como el alimento ideal tanto para las personas que viven en condiciones de pobreza, como los necesitados de controlar el peso corporal y contrarrestar determinadas enfermedades.

Ellas poseen el doble de las proteínas del trigo y el triple de las presentes en el arroz, además su elevado contenido de fibra puede reducir el riego de enfermedades coronarias.

Se le atribuye también ser ricas en fitoquímicos y antioxidantes, que las dotan de cualidades anticancerígenas,  y al tener elevada cantidad de fibra soluble, facilitan el proceso de digestión y disminuyen el estreñimiento.

De igual modo, al poseer bajo contenido de grasa ayudan a controlar el azúcar en la sangre y a reducir los niveles de colesterol LDL (Low Density Lipoprotein), llamado también el colesterol malo.

La presencia de fitoestrógenos en las legumbres, contribuye a reducir el declive cognitivo y los síntomas de la menopausia, de igual modo los especialistas señalan que el calcio que poseen estos granos contribuyen a la salud de los huesos y reducen el riesgo de fracturas por osteoporosis.

Su alto contenido de nutrientes las ubica entre los alimentos ideales para las personas vegetarianas y veganas, pues aseguran la ingesta suficiente de proteínas, minerales y vitaminas.

Cuando son combinadas con alimentos abundantes en vitamina C, contribuyen a reabastecer las reservas de hierro, en especial para las mujeres en edad de procreación.

Todas esas propiedades las hacen también muy beneficiosas para la dieta de las personas de avanzada edad.

Costo beneficio, sobrepeso, calorías y….

Al comer legumbres, el aporte de aminoácidos esenciales es muy similar a los que se obtienen al ingerir carne roja. Incluso, en naciones como Mali es llamada la carne de los pobres, según comentó recientemente al hablar sobre sus bondades el representante de esa nación ante la FAO.

Para aquellos que prefieren comer invariablemente un trozo de carne  antes que un plato de lentejas o de frijoles negros, debieran tener en cuenta el costo beneficio y sobre todo lo que cada una aporta a la salud.

Los expertos niegan que las legumbres engorden o tributen demasiadas calorías al cuerpo. Todas contienen nutrientes en dependencia del tipo de que se trate, pero mayormente tienen hidratos de carbono, proteínas, fibras, grasas, minerales y vitaminas.

En términos de calorías, algo que a veces preocupa al decidir una dieta, vale comparar que una papa grande hervida tiene unos 200 gramos, en tanto un plato de guisante 160.

Las legumbres son considerados alimentos que al consumirlos provocan sensación de plenitud durante bastante tiempo y mantienen estable los niveles de glucosa en sangre, sin producir las altas y bajas típicas de alimentos con mucha azúcar y poca fibras.

Un buen control de azúcar en sangre determina que el organismo pueda sentirse pleno, sin apetito durante más tiempo.  Solo ese aspecto justificaría el uso habitual de las legumbres en la alimentación, perfecta solución cuando se quiere adelgazar.

Para la diabetes se recomienda combinarlas con los cereales y con ello se mejoraría la asimilación de los nitratos de carbono; por ejemplo mezclar las habas y lentejas con papas y arroz. Esas uniones producen proteínas vegetales completas.

Más allá de la salud humana, otros muchos beneficios

Se trata de plantas leguminosas que tienen la propiedad de fijar el nitrógeno, lo que puede contribuir a aumentar la fertilidad del suelo, con el consecuente efecto positivo en el medio ambiente.

Las legumbres son un elemento valioso para lograr el número 2 de los 17 Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por la ONU, en ese caso dirigido a poner fin al hambre, lograr seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y promover la agricultura sostenible.

Ellas ayudan a la adaptación y mitigación del cambio climático, aportan grandes cantidades de nitrógeno beneficioso al suelo y exigen poco fertilizante.

Su producción en rotación o junto a otros cultivos aumenta la fertilidad de la tierra, mejora las cosechas y por ende favorece un sistema alimentario más sostenible.

Además, tienen una huella hídrica muy baja en comparación con otras fuentes de proteínas, quiere decir que demandan poco de ese vital líquido para su producción, lo cual le da mayor valor en condiciones de escasez.

Puede asimismo cultivarse en suelos muy pobres y ayudar a reducir el riesgo de erosión y agotamiento del mismo, algo que las convierte en el cultivo ideal para los agricultores sin recursos.

Son definidas como una siembra de subsistencia estable y muy recomendada para obtener ingresos adicionales, porque cada día son más demandadas.

El impulso de un año y la permanencia de un día

Bajo la premisa Semillas nutritivas para un futuro sostenible, a instancias de la FAO, el 68 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la celebración del Año Internacional de las Legumbres (2016) el cual contribuyó a crear conciencia en el mundo sobre sus múltiples beneficios.

El objetivo fue impulsar la producción de alimentos sostenible encaminada a lograr la seguridad alimentaria y la nutrición; fomentar conexiones a lo largo de toda la cadena alimentaria para aprovechar mejor las proteínas que le son propias.

Se buscaba, además, acrecentar la producción mundial, utilizar de manera más apropiada la rotación de cultivos y hacer frente a los retos que existen en su comercio.

Algunas de las metas,  según evalúo el 156 Consejo de la FAO en días pasados, en buena medida se cumplieron, otras superaron las expectativas. Pero la más importante conclusión de esa jornada fue que mucho quedabas por hacer y valía la pena potenciar el conocimiento adquirido, documentar las experiencias y darle un impulso mayor al cultivo, comercialización y consumo de las legumbres.

Razón por lo que esa instancia ejecutiva del organismo especializado de la ONU apoyó la iniciativa de Burkina Faso de cada 10 de febrero  celebrar el Día Mundial de las Legumbres.

La fecha escogida coincide con el día de la ceremonia de clausura del Año internacional dedicado a ese importante alimento realizado en Uagadugú, la capital y principal ciudad de ese país del África occidental.

Desde ese lugar se hizo un llamado internacional a mantener el impulso para crear conciencia sobre los muchos beneficios de las legumbres, sobre todo como “pequeños, pero poderosos aliados en el logro de los ODS”.

Particularmente, tal como se reiteró en el Consejo FAO, se deben apoyar los programas de capacitación sobre sus valores nutritivos, entre los escolares, agricultores y extensionistas y que las políticas y programas se centren más en los productores, en los pequeños campesinos y jóvenes.

Prevaleció también la idea de que para afrontar mejor el triple problema de gestionar la fertilidad del suelo, reducir los efectos adversos del cambio climático y la cuestión de la seguridad alimentaria, producir y consumir legumbres es una gran oportunidad, especialmente para las personas más vulnerables.

Si para unos consumirlas son importantes para superar el hambres, para otros son muy útiles para combatir formas de malnutrición, la obesidad y el sobrepeso, por lo que propiciar el acceso a los mercados es clave.

La propuesta de dedicar el 10 de febrero a celebrar el Día Mundial de las Legumbres, acogida por el Consejo, deberá ser avalada por la Conferencia, máxima instancia de la FAO, la cual está convocada para los primeros días de junio, y posteriormente aprobada la iniciativa por la Asamblea General de la ONU.

Pero todo apunta a que las legumbres tendrán su día internacional y con él un fuerte impulso a su producción, la cual propiciará también un mayor empleo femenino y juvenil, sobre todo en las zonas rurales, otra ganancia neta que aporta este noble cultivo.

Silvia Martínez/Prensa Latina