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Asean-cumbre: rumbo invariable hacia una mayor integración

Asean-cumbre: rumbo invariable hacia una mayor integración

Hanoi, Vietnam. Cuando algunos procesos integracionistas parecen debilitarse, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) continúa avanzando en el proyecto de su comunidad, como lo demostró en la reciente cumbre de estadistas en Filipinas, presidente del bloque este año.

En torno a ese objetivo giraron las deliberaciones y pronunciamientos en la cita de los líderes de la agrupación, a la que pertenecen también Brunéi, Cambodia, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Tailandia, Singapur y Vietnam.

Parte de los resultados del encuentro realizado el 29 de abril en Manila, la capital filipina, están resumidos en la Declaración sobre el papel del servicio civil como catalizador para lograr la Visión 2025 de la Comunidad, cuyos pilares son política-seguridad, economía y cultura-sociedad.

El documento subraya la importancia del sector como columna vertebral de la buena gobernanza en la región e impulsor de la cooperación intersectorial.

Con ello se espera una mayor integración con los objetivos y aspiraciones de una comunidad “políticamente cohesionada, económicamente integrada y socialmente responsable”, tal como se plantea en la mencionada visión.

La validez de este acuerdo es apreciable además en el hecho de que aporta a una de las prioridades fijadas por Filipinas para su presidencia del bloque, referida a una Asean centrada en el pueblo.

En la declaración se destaca que el citado sector desempeña un papel fundamental en la prestación de servicios públicos vitales a la población y en el impulso del desarrollo nacional y social, todo lo cual es importante para garantizar que la gente sienta los beneficios y relevancia de la asociación para sus vidas.

Además, los estadistas se comprometen a reforzar la gestión a desastres y respuesta a emergencias para mitigar sus impactos en la región, para lo cual las instituciones de la administración pública están encargadas de dirigir los esfuerzos para promover la cooperación en el desarrollo y la aplicación de programas de creación de capacidad y el intercambio de mejores prácticas, incluida la protección del medio ambiente.

Según se anunció, en noviembre próximo las autoridades del sector se reunirán para analizar vías con vistas a llevar lo acordado a la práctica.

Como es tradicional, en estas citas de la Asean sus líderes dialogan sobre iniciativas para fortalecer el bloque y afrontar los desafíos, entre otros, terrorismo, los efectos del cambio climático y el proteccionismo comercial.

Frente a este último, saludaron el avance en las negociaciones para la Asociación Económica Integral Regional, un tratado de libre comercio en el que participan el bloque y sus socios de pactos similares -China, Australia, la India, Japón, Surcorea y Nueva Zelanda-, o sea, 16 países, una vez establecido; y el cual representará el 45 por ciento de la población mundial y un tercio del producto interno bruto global.

También se escucharon llamados como el del primer ministro de Malasia, Najib Razak, en el sentido de que cada país miembro debe responder positivamente a los esfuerzos de reducción arancelaria, lo que favorecería a la Asean como un área económica atractiva.

O el de su homólogo de Vietnam, Nguyen Xuan Phuc, quien instó a impulsar el comercio intrarregional para aprovechar un mercado común de más de 620 millones de consumidores con crecientes ingresos y poder adquisitivo.

En ese sentido, explicó que en medio del estancamiento de la globalización en contraste con la tendencia alcista del proteccionismo, el comercio entre la asociación y sus socios aumentó de forma rápida, pero sin que el intercambio de bienes intrabloque cumpla las expectativas.

Los estadistas intercambiaron criterios además sobre temas de interés común como el mantenimiento de la paz y la estabilidad en el área, el impulso a un crecimiento económico inclusivo y basado en la innovación, todos entre las prioridades fijadas por Filipinas, junto con la promoción de la Asean como un modelo de integración regional y un actor global.

Esas directrices serán válidas para el resto del año y más allá, en el empeño de vencer retos como la reducción de la brecha de desarrollo y más específicamente la pobreza, que todavía golpea a millones de personas en una zona cuyas economías continúan creciendo, con una tasa promedio del 4.5 por ciento el año pasado y del 4,6 por ciento pronosticada para 2017.

Y en el plano bilateral también hubo diálogos, igualmente con el objetivo de fortalecer los vínculos entre naciones, incluidos los del presidente anfitrión, Rodrigo Duterte, con su par de Indonesia, Joko Widodo, y el sultán de Brunei, Haji Hassanal Bolkiah, quienes realizaron visitas oficiales a Filipinas en esta ocasión.

Ejemplo de ello es que Duterte y Widodo asistieron a la inauguración de una ruta marítima que une el este de Indonesia con el sur de Filipinas y aporta beneficios económicos al favorecer el comercio.

Sin llegar a ser el modelo que se propone y todavía con muchos desafíos por vencer, entre ellos también las tensiones en el Mar del Este, la Asean prosigue avanzando hacia una integración que poco a poco se impone a obstáculos como su diversidad política y cultural, una realidad que puede comprobarse con la celebración el próximo 8 de agosto del aniversario 50 de su fundación, paso que entonces dieron Indonesia, Filipinas, Singapur, Tailandia y Malasia.

Luis Melián/Prensa Latina

*Corresponsal de Prensa Latina en Vietnam