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I. En el Breve Diccionario de Autores Griegos y Latinos, de Bernhard Kytzler (editorial Gredos), se encuentran las biografías de los creadores de la cultura, sobre la que se ha construido la civilización de la humanidad, con las diferencias y coincidencias de las naciones del presente. En sus páginas está el grandioso Demóstenes. Escritor, Estadista. Luchador por la Libertad y libertades de Atenas, combatiendo contra la invasión de Alejandro Magno. Adversario de las autocracias y defensor de la democracia directa para enriquecer y apuntalar la democracia representativa o indirecta. Y sus discursos lo muestran como un innovador de la oratoria a quien deben recurrir quienes quieren hacer de la palabra hablada una estrategia. Demóstenes es la Oratoria política democrática cuyos discursos hay que repasar en voz alta. Le llaman a la oratoria un arte, cuando desde este griego sobresaliente ha sido una técnica del conferenciante y del dirigente político ante sus auditorios, donde la mayor parte de sus semejantes son calificados despectivamente de “pico de oro”. Sólo que la oratoria es usada por quienes se dirigen a los asistentes en actos populares, para afirmar o reafirmar discursos de temas políticos, económicos y sociales.

II. Demóstenes (384-322 AC) se inició como logógrafo, o sea escritor, redactor de discursos judiciales. Con la cultura de los Sofistas, de los Eurípides del teatro y demás pensadores, nuestro personaje se fue formando como orador y escritor de sus discursos que han dejado el precedente más ilustre a la fecha. Con traducción del griego al español de Antonio López Eire, se han vuelto a editar –para conocimiento popular en tres tomos– los discursos políticos públicos que Demóstenes dictó en su trabajo como abogado ante los tribunales, donde su elocuencia maravilló y sigue maravillando más de dos siglos después. Cuentan los historiadores que recogieron fuentes antiguas, que su dominio de la palabra hablada lo hizo un estratega para el éxito de las causas democráticas de Atenas. Sus tres Filípicas son los clásicos discursos de crítica devastadora que encendieron el nacionalismo griego; donde muestra su capacidad demoledora con argumentos contra la invasión a su patria. Y luego su Oración fúnebre para los caídos en Queronea.

III. Excelente pieza su discurso: Sobre la corona, su autodefensa, ante un jurado de 500 jueces, quienes por mayoría de 475 le otorgaron la corona de oro por su defensa de Atenas. Después de que en una de sus filípicas “invoca nuestro orador el recuerdo de la Atenas floreciente y pujante de antaño, explica al pueblo la gravedad de la amenaza que, para Grecia y Atenas, supone Filipo (y Alejandro) y ofrece propuestas enderezadas a lograr la salvación de la ciudad… en suma: despertar del largo letargo y entrar en acción, sacrificando por el bien de la patria, vidas y haciendas”. Discursos ahora para leerlos como una herencia del más elocuente orador, quién nos dejó sus 61 textos como piedra de toque para los que aspiren a ser combatientes, por la palabra hablada, de las libertades democráticas. Ateniense, Demóstenes es el orador que escribía sus discursos y por eso fue un emotivo disertador. Ahora unos hablan en público lo que otros les escriben y se muestran aburridos, enfadosos, somníferos. Y cuando improvisan son más de eso mismo. Por eso es indispensable ir a los escritos de Demóstenes para maestros, alumnos, políticos, dirigentes sociales, etc., para contar con el pedestal desde el cual dirigirse a los distintos auditorios. La lectura en voz alta de estos discursos es la mejor práctica para la oratoria política, judicial, magisterial y popular.

Ficha bibliográfica:

Autor:   Demóstenes

Título:   Discursos

Editorial:              Gredos, 2015

Álvaro Cepeda Neri

[BLOQUE: MISCELÁNEO][SECCIÓN: EX LIBRIS]

 

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