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Habitantes de San Luis de la Paz, Guanajuato, impiden la instalación de una planta cianuro

Habitantes de San Luis de la Paz, Guanajuato, impiden la instalación de una planta cianuro

Pobladores del municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato, desactivan la instalación de una planta productora de cianuro, uno de los venenos más rápidos y letales que existen. El proyecto estaba impulsado por The Chemours Company, que pretendía producir 65 mil toneladas anuales.

La Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) informa que la empresa desistió llevar a cabo su Proyecto San Luis, “debido a la presión ejercida por la sociedad ludovicense que, abierta y contundentemente, se opuso al alto riesgo que para su salud y el medio ambiente”.

Chemours renunció, después de que su solicitud de autorización en materia de impacto ambiental —presentada en agosto del 2016 ante la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales— fuera fuertemente cuestionada por la sociedad ludovicense. Se coordinaron a través de la Organización Ciudadana Ludovicense por el Derecho a Vivir en un Ambiente Sano.

“El proceso de oposición social frente a la planta de cianuro de The Chemours Company confirma que –centrada en los propios ciudadanos– la defensa de comunidades receptoras o potenciales receptoras de los daños y perjuicios provocados por el modelo de desarrollo no depende tanto de la voluntad de operadores jurídicos, políticos y económicos como de la existencia de una sociedad alerta y movilizada, capaz de hacer valer sus pretensiones en, fuera e incluso en contra de los órganos estatales en su conjunto al impedir obras o proyectos contrarios a sus intereses”, dice la REMA.

En su información empresarial, la compañía dice que es líder en la producción de productos químicos industriales, entre los que incluye el cianuro sódico para la minería. “A medida que crece la clase media global, aumenta la demanda de oro y plata. Mientras que el cianuro de sodio comprende sólo un estimado del 2 por ciento al 3 por ciento del costo en efectivo para las empresas mineras, la gestión del proceso está estrechamente vinculada al éxito a largo plazo”, indica.

Este compuesto, expone la REMA, “es uno de los venenos más potentes del mundo y The Chemours Company lo fabrica para proveer a la violenta industria minera mexicana que lo utiliza en los procesos de lixiviación de metales ‘preciosos’ extraídos con la técnica “a cielo abierto”. Por ello, el triunfo de la sociedad ludovicense contra el ‘Proyecto San Luis’ debe dimensionarse adecuadamente: no es sólo contra la Chemours y por su propio territorio, es contra el conjunto de la industria minera”.

Érika Ramírez