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La panista y exvocera de Felipe Calderón en la Presidencia de la República, Alejandra Sota, es ahora asesora en materia de comunicación y opinión pública del aspirante priísta al gobierno del Estado de México, Alfredo del Mazo. Antes lo fue también del gobernador mexiquense Eruviel Ávila y de la panista Margarita Zavala cuando ocupó una curul en el Congreso.

La eficacia de Alejandra Sota en el manejo de medios en campañas políticas empezó con el Partido Acción Nacional (PAN), cuando Vicente Fox ganó la Presidencia en 2000 y siguió en 2006 con el triunfo de Calderón. Es una profesional que conoce a la perfección a la élite política del PAN, así como sus debilidades, fortalezas y corruptelas, lo que le ha valido para ser contratada por Del Mazo.

En el sexenio de Calderón, cuando Maximiliano Cortázar (2006-2010) y Alejandra Sota (2010-2012) manejaron Comunicación Social de la Presidencia de la República, se ordenó directamente la contratación de publicidad del gobierno federal por 32 mil millones de pesos, lo que les valió ser investigados por las secretarías de la Función Pública y de Hacienda por el uso del dinero público en campañas publicitarias que beneficiaron a medios de comunicación electrónicos e impresos afines al calderonismo.

Entre las irregularidades más evidentes fue lo ocurrido en las secretarías de Salud –con un sobregiro de 317 millones de pesos–, Desarrollo Social y Turismo. Desde la oficina de prensa de la Presidencia de Felipe Calderón, sus titulares Cortázar y Sota ordenaron utilizar recursos públicos de esas secretarías para pagar miles de millones de pesos a medios de comunicación que apoyaban los programas del gobierno y, en 2012, para liquidar contratos publicitarios que se otorgaron a la prensa como retribución por su respaldo a la campaña electoral de Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN que perdió la Presidencia.

Uno de los responsables de beneficiar a medios de comunicación con dinero público fue el exvocero de la Secretaría de Salud, Carlos Olmos Tomasini, quien en entrevista con Contralínea hace varios años declaró haber recibido instrucciones directas de la Presidencia de la República para otorgar cuantiosas partidas presupuestales para la publicidad oficial. Las listas de periódicos, revistas y programas de radio y televisión que se beneficiarían de ello eran enviadas desde la Secretaría de Gobernación.

De tal manera que las campañas publicitarias se decidían en la Presidencia de la República “por Alejandra o Max. Ellos eran la primera instrucción; pasaba a Gobernación y Gobernación instruía a todas las áreas”, refirió Carlos Olmos Tomasini en una entrevista que le hizo la reportera Nancy Flores. Sin embargo, aceptó que de esas órdenes no había registro documental: “Presidencia nunca te va a dar nada, porque son [instrucciones] verbales”.

Agregó: “Nadie, ningún área, ninguno de los comunicadores tenemos una tarjeta o documento que te diga, o donde venga: ‘Presidencia [ordena] esto’. Te hablan, ‘haz esto’”. Ese uso indebido del dinero público en este rubro fue documentado por la propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a petición de la revista Contralínea.

En el último año de gobierno de Felipe Calderón, 2012 y en plena veda electoral, se destinaron 6 mil 860 millones de pesos al gasto publicitario en medios electrónicos e impresos.

De ese total, Olmos Tomasini reconoció que la Secretaría de Salud ejerció 2 mil 500 millones, es decir él solo dispuso de 36.44 por ciento por instrucciones de la actual asesora de Alfredo del Mazo, Alejandra Sota. Con esto debemos entender porque la tiene tan cercana en el manejo de su campaña presidencial.

Ésta es parte de la entrevista grabada que le hizo la reportera a Olmos Tomasini:

—¿Por qué gastaron 2 mil 500 millones de pesos en un año electoral?

—Se gastaron en enero, febrero y marzo. No se gastó después.

—¿Dos mil 500 millones en 3 meses?

—Perdón, pero fue la orden que tuvimos.

—¿Quién lo ordenó?

—Presidencia y Gobernación.

A lo largo del sexenio calderonista, el desembolso en el rubro publicitario superó los 32 mil millones de pesos, y la razón de aplicar la mayor publicidad en el primer trimestre de 2012 es porque la ley le impedía al gobierno hacerlo durante las campañas políticas.

Las investigaciones

La orden que recibió de Presidencia el área que encabezaba Olmos Tomasini en los primeros 3 meses de 2012 se volvió en su contra: 260 contratos con medios de comunicación de la Secretaría de Salud no se pagaron por “insuficiencia presupuestal”. Así, la administración de Salomón Chertorivski Woldenberg heredó una deuda de 317 millones 78 mil 991 pesos a la gestión de la entonces secretaria de Salud Mercedes Juan López, cargo que ahora ocupa José Narro Robles, exrector y aspirante a la Presidencia de la República.

Esa misma insuficiencia presupuestal provocó reacciones en el gobierno de Enrique Peña Nieto. Por una parte, las autoridades de las secretarías de la Función Pública y de Hacienda y Crédito Público investigaron el destino del presupuesto ejercido en la Secretaría de Salud por 2 mil 500 millones de pesos. También se habrían abierto líneas de investigación en los ejercicios de las secretarías de Desarrollo Social y de Turismo, pues hubo en éstas un gasto indiscriminado para apoyar a la candidata panista.

Por otra, los empresarios de los medios a los que se les adeudaba “amenazaron” con demandar al gobierno federal por fraude. El mismo Olmos Tomasini reconoció que tenía una “deuda moral” con los medios, algunos de los cuales sus directivos son “mis amigos”, por lo cual ya fuera de la Administración Pública Federal intentó que la Secretaría de Salud reconociera los adeudos y pagara el gobierno priísta el despilfarro del gobierno panista en publicidad.

Miguel Badillo

[Oficio de papel]

Contralínea 539 / del 15 al 21 de Mayo 2017

 

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