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Respuesta del reportero a carta de Amnistía Internacional

Respuesta del reportero a carta de Amnistía Internacional

Más datos sobre irregularidades en Amnistía Internacional México

Respuesta del reportero a carta de Amnistía Internacional

Señor director; señor defensor del lector:

En relación con la carta de Liliana Velázquez Ramírez, presidenta del Comité Directivo de Amnistía Internacional México, expongo lo siguiente.

Que no se equivoque Velázquez Ramírez al intentar escudar el desempeño del actual Comité Directivo de Amnistía Internacional Sección México y de la Dirección Ejecutiva, a cargo de Perseo Quiroz Rendón, en los 7 millones de miembros del movimiento global de Amnistía Internacional. Resulta tramposo que cite a la membresía (además internacional), como si ésta respaldara las decisiones y los derroteros que han tomado quienes hoy dirigen la oficina en México. ¿Nos podrá decir cuál es el número de miembros en que realmente se apoya? En las más recientes Asambleas (tanto Ordinaria, de finales de noviembre de 2015, como Extraordinaria, de principios de este mes) no participaron ni 70 personas.

Tampoco puede escudarse en el trabajo que la institución (no las personas que hoy ocupan cargos directivos) ha realizado en defensa de los derechos humanos. El más reciente informe sobre la tortura generalizada que se vive en México, y que fue presentado por Amnistía Internacional, encontró eco en las páginas de Contralínea, como puede leerse en la nota informativa: “Tortura sexual, una práctica generalizada contra las reclusas mexicanas” (http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2016/06/28/tortura-sexual-una-practica-generalizada-contra-las-mujeres-reclusas-mexicanas/). No ha sido, por supuesto, la única información relevante que este medio de comunicación ha retomado de Amnistía Internacional. La agenda de los derechos humanos es parte importante y permanente de los contenidos de la revista. Pero el trabajo de defensa de derechos humanos no justifica los desplantes de quienes ejercen poder y se creen intocables y no sujetos a una real rendición de cuentas.

Más allá de la retórica acerca de la “ética” que los obliga a realizar “investigaciones” –además “en tiempo y forma” –, los hechos son claros. La decisión que Liliana Velázquez y Perseo Quiroz asumieron ante quienes alertaron de posibles actos de corrupción fue el de: despídelas y luego averiguas. Y ya sin las personas que podrían haber aportado sustento documental a las denuncias, las “investigaciones” arrojaron que quienes controlaron tales diligencias estaban limpios.

En medio de formalismos burocráticos y leguleyos se intenta ocultar que pasaron por alto uno de los mandatos de la Asamblea General Anual de noviembre de 2015: que no habría represalias contra quienes alertaron de irregularidades financieras y administrativas.

Sobre las “aclaraciones” de la carta, sostengo que Perseo Quiroz recibió un aumento superior al 40 por ciento de su sueldo. Hoy percibe 52 mil 870 pesos (más prestaciones). Y lo más interesante es el proceso que se llevó a cabo para obtener tal incremento. Hasta antes de octubre de 2013, cuando procedente de la Secretaría de Gobernación Quiroz llegó a Amnistía Internacional, el sueldo del director ejecutivo era de 33 mil 831 pesos. Precisamente unos días antes del arribo del nuevo director, el Comité Directivo presentó una solicitud de aumento que no le fue aprobada por la Asamblea. Sólo se le aprobó un aumento del 5 por ciento. Así, para 2014, quedó en 35 mil 523 pesos mensuales. Pero para 2015 el Comité Directivo tomó la decisión, sin consultar a la Asamblea y fuera de lo presupuestado, de otorgarle un nuevo aumento, para quedar en 42 mil 296 pesos. Y para octubre de ese mismo año otra vez el Comité Directivo determinó un nuevo monto para el salario del director: 52 mil 870 pesos. Velázquez trata de sorprender al considerar sólo el último incremento concedido a su director. Si tomamos como base el sueldo de 35 mil 523 pesos, estamos hablando de un incremento del 48.83 por ciento sólo en 2015. Y si tomamos como base el sueldo de 33 mil 831 pesos, el incremento ha sido de 56.27 por ciento.

Por cierto, ¿la señora Velázquez podrá mostrar los “dos estudios de mercado” y las “dos evaluaciones favorables” con los que justifica dicho aumento?

Y sobre la contratación por más de 600 mil pesos a Anja Rivera de manera directa (sin proceso de licitación), la presidenta del Comité Directivo intenta sorprender de nuevo. Claro que no hay un contrato por ese valor porque los pagos se hicieron trimestrales, por 160 mil pesos (que en un año suman 640 mil) e iniciaron en el mes de agosto del año pasado. Por eso no se refleja el monto total en un mismo ejercicio. El propio Quiroz reconoció en una asamblea que “no fue adecuado” el solicitar, incluso, que sus subordinados fingieran un proceso de licitación extemporáneo. ¿De eso ninguna palabra nos dirá la señora Velázquez? ¿O al menos nos podrá informar qué producto se obtuvo de esas consultorías que, por cierto, eran para temas de violencia de género? Por si no fuera suficiente, también se pagaron bajo un esquema similar 500 mil pesos a la consultora en comunicación María Eugenia Patricia Torres Maya; 85 mil 650 pesos a la consultora en liderazgo Laura Fierro; 64 mil a la consultora en recursos humanos Laura Fernández, y 30 mil al Bufete Matemático Actuarial.

¿Y nada tampoco de las presiones que intentó (e intenta) Perseo Quiroz sobre otras organizaciones e instituciones para afectar la vida de quienes, por haberlo cuestionado, considera sus adversarios? Quiroz tuvo el desparpajo, utilizando el nombre incluso del Secretariado Internacional, de solicitar represalias para un integrante de la membresía que trabaja en otra organización de defensa de derechos humanos… y dejó evidencia documental de su proceder.

A diferencia de la carta de la señora Velázquez, donde solicita que por un acto de fe y con base en el prestigio internacional de la organización y sus supuestos controles, se le crea que sus procesos han sido limpios y transparentes, las aseveraciones contenidas en esta carta de respuesta y en los tres textos periodísticos que he redactado al respecto están basadas en documentos y también en testimonios de personas que han laborado, laboran y son parte de la membresía. ¿Querrá la señora Velázquez saber quiénes han aportado testimonio para realizar nuevos despidos?

Cabe mencionar que, en su misiva, la presidenta del Comité Directivo solicita “derecho de réplica”, como si no se les hubiera buscado para escuchar su versión. Antes de escribir una línea sobre este penoso tema, se buscó la posición de Amnistía Internacional México. Para la primera nota, Perseo Quiroz concedió una entrevista, misma que cortó abruptamente ante el cúmulo de evidencias expuestas. Con todo, sus explicaciones se incluyeron en un lugar destacado de ese primer texto. A pesar de que prometió una entrevista amplia “con documentos y todo”, no hubo más respuesta a esa solicitud de entrevista que, además de él, solicité con Liliana Velázquez.

Pongo a disposición de ustedes, señores director y defensor del lector, y de los lectores, una parte del abultado expediente periodístico que poco a poco he venido integrando sobre las irregularidades que existen de la oficina en México de una gran organización, Amnistía Internacional. Fiel a sus convicciones periodísticas, Contralínea seguirá investigando y solicitando respuestas. Ojalá ahora sí se concrete una entrevista amplia donde se puedan abordar las irregularidades aquí expuestas y otras que están en proceso de verificación.

Como lo señalé en mis dos últimos trabajos, deseo sinceramente que Amnistía Internacional Sección Mexicana logre salir de la crisis en que se encuentra, por el propio bien de la sociedad mexicana, a la que tanta falta hace el trabajo riguroso, independiente, claro y consecuente de los defensores de derechos humanos.

 

 

Documentos

Denuncia de irregularidades por la totalidad de integrantes de las coordinaciones de las coordinaciones de Activismo, Comunicación e Incidencia en Políticas Públicas

 

Carta de la Coordinación de Financiamiento que respalda el inicio de investigaciones para determinar irregularidades

 

Whistle-blowing Policy, que garantiza a integrantes de Amnistía Internacional la denuncia de irregularidades sin temor a represalias

 

Renuncia de Perseo Quiroz (finalmente no aceptada por el Comité Directivo)

 

Carta informativa a la presidenta de la Asamblea General

 

Carta de miembros al Comité Directivo en protesta por represalias contra quienes alertaron de las irregularidades

 

Mensaje de Liliana Velázquez para citar a una “reunión” a una de las denunciantes con el objetivo de despedirla:

7 diciembre. Presidenta convoca para despido

 

 

 

 

Audio de la Asamblea General donde Perseo Quiroz reconoce que no fue “adecuado” solicitar un proceso de licitación extemporáneo

 

 Carta de Amnistía Internacional México que dice que es “falso” lo publicado en Contralínea