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Invaluables enseñanzas de los maestros

Invaluables enseñanzas de los maestros

 

¡Urgente, urgente,

un libro al presidente!
 
Frase coreada por marchistas zacatecanos
 

No engañan las mentiras del gobierno.

 
En todos los tonos y en casi todos los medios masivos de comunicación se repite la consigna: Los cambios a la Constitución [Política de los Estados Unidos Mexicanos] y las tres nuevas leyes en materia educativa impulsados por Peña Nieto (léase del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) beneficiarán a los educandos de México al elevar la calidad de la educación. Y se harán sin perjudicar los derechos de los profesores. De ser cierto lo anterior, todo ser pensante tendría que aplaudir al titular del Ejecutivo Federal y a sus socios del Pacto por México. Y, en sentido inverso, repudiar a quienes se oponen a tan benéficas transformaciones.
 
Pero los maestros democráticos, organizados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), no comparten la visión gubernamental. Por el contrario, dicen:
 
1. La reforma no es educativa, sino laboral y administrativa, pues no se ocupa de temas como los planes de estudio, los métodos de enseñanza o los criterios para realizar la evaluación, sino que se limita a crear un inmenso aparato (el Instituto Nacional de Evaluación de la Educación) que decidirá cómo, cuándo, dónde y con qué indicadores se evaluará a todos los maestros de México.
 
2. Se elimina el derecho a la estabilidad en el empleo, ya que la evaluación, además de externa, será eterna. Nunca el docente estará seguro de contar, definitivamente, con su empleo.
 
3. La propuesta embona con la denominada Revolución Educativa que mandató, desde la década de 1980, el Banco Mundial, y que instrumentalizó Jesús Reyes Heroles hace casi 30 años. Fue el primero que utilizó los diagnósticos catastrofistas, anticipatorios de programas de shock, en los cuales se culpabilizó a los maestros y a los alumnos de los bajos niveles educativos. Ahora sólo se trata de completar esa tarea despojando a los maestros del control del proceso educativo para darlo a los empresarios.
 
4. No estamos ante una iniciativa surgida de las entrañas de México, sino de directrices emanadas del sistema financiero internacional, al que algunos llaman “el gobierno que gobierna a los gobiernos”. Obviamente, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos no actúan por cuenta propia, sino por órdenes de los dueños del capital y del poder global.
 
5. Por más que existe un bloque hegemónico tripartidista (Partido Revolucionario Institucional, PRI-Partido Acción Nacional, PAN-Partido de la Revolución Democrática, PRD), hay condiciones para revertir sus imposiciones.
 
Como puede verse, no creen los maestros de la CNTE en la bondad de las reformas estructurales de Peña Nieto, aun cuando el imperio del Norte haya enviado al vicepresidente Joseph Baiden a dar su apoyo al régimen priísta.
 

La inconformidad se expande y se profundiza

 
El encarcelamiento de Elba Esther Gordillo aterrorizó a los docentes “institucionales”. Calladamente, los afiliados al SNTE [Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación] asimilaron el golpe y se encerraron en sí mismos al ver cómo Juan Díaz de la Torre –quien había sido un mero alfil de la cacica– se ponía de rodillas ante el Tlatoani. No es edificante el ejemplo que ofrecen estos trabajadores de la educación; su miedo debe estarse transmitiendo a sus alumnos.
 
En cambio, los democráticos han tomado la iniciativa y son la verdadera representación de los intereses de todos (incluyendo a los silenciados por el temor). La CNTE demostró que está viva y durante el conflicto ha aumentado su presencia. A pesar de las campañas de odio desatadas en su contra ganan apoyos relevantes, como el de los estudiantes de nivel superior del área metropolitana y un buen número de ciudadanos que los apoya materialmente para sostenerse en la capital. Es importante decir que no les han pagado su salario desde que inició la movilización, y que la mayoría de ellos no tienen otra fuente de sustento.
 
El 14 de septiembre pasado, las policías Federal y del Distrito Federal desalojaron a los valientes profesores democráticos de la Plaza de la Constitución capitalina, mejor conocida como el Zócalo. El PRI volvió a mostrar las garras, como el 2 de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971. No ignoramos que es violento y represor, así como saqueador del erario. Pero el magisterio sigue en pie de lucha.
 
La demanda de la CNTE es muy clara: abrogación de las reformas a los artículos 3 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, hechas a propuesta de Peña Nieto. Con ello, caerían también las leyes secundarias recién aprobadas. Difícil pero no imposible.
 
Cada día son más los maestros que se percatan de las verdaderas intenciones del gobierno: mantenerlos de por vida en la incertidumbre, amenazados por la evaluación externa y eterna para que no se atrevan a variar ni 1 milímetro las consignas oficiales en materia de educación. Es decir, someterlos para que enseñen a los alumnos a ser personas  obedientes y sumisas. Un gigantesco aparato burocrático (el Instituto Nacional de Evaluación Educativa) se encargará de vigilar y castigar.
 

Las enseñanzas de esta lucha

 
Para evitar que siga expandiéndose la inconformidad, el gobierno hace más dura la represión: ahora ordena a los dirigentes del Partido Nueva Alianza que defenestren de la Secretaría General de ese partido (que Fox regaló a Elba Esther Gordillo) a la senadora Mónica Arriola. Es humanamente doloroso ver cómo ésta negó a su madre, como dicen que negó Pedro a Jesús. Quizá para ella es más importante preservar los negocios que le heredó su progenitora, al grado que renunció antes de ser enjuiciada por los nuevos dueños de ese Partido.
 
En cambio, los maestros democráticos nos dan lecciones de dignidad y entereza. He aquí algunos ejemplos:
 
1. Cuando les dieron un ultimátum para que abandonaran el Zócalo, porque Peña Nieto quería dar ahí el Grito y el Ejército no quería dejar de mostrar al pueblo sus nuevas armas, decidieron resistir hasta el final. El riesgo que corrieron fue enorme, pues el boquiflojo Manuel Mondragón y Kalb los amenazó abiertamente. Y ya se sabe que en Atenco, Peña Nieto no anduvo con pequeñeces.
 
2. Soportando las fuertes críticas de un sector de la ciudadanía capitalina, efectúan acciones muy contundentes –como el cierre del periférico– que han cimbrado a la Ciudad y al sistema político mexicano.
 
3. Con sensibilidad se acercaron a las instituciones educativas superiores de la metrópoli, donde han encontrado generosa respuesta de los estudiantes.
 
4. A pesar de que la Secretaría de Gobernación ha tratado de corromper a los líderes, ofreciéndoles prebendas y canonjías (las que sí aceptaron los dirigentes del PAN y del PRD), no ha dejado de atenderse la voz de las bases en movimiento. Éstas no han titubeado ni se han arredrado ante lo adverso del clima natural y político.
 
Hermosas lecciones de nuestros dignos maestros.
 
*Coordinador de la maestría en derechos humanos de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México; doctor en ciencias políticas por la Universidad Nacional Autónoma de México; integrante de la Comisión de la Verdad del estado de Guerrero
 
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