El muro que construye Estados Unidos en su frontera con México es “tardío”, a decir del sacerdote Alejandro Solalinde, famoso por su labor a favor de la defensa de los derechos humanos de los migrantes y fundador del albergue Hermanos en el Camino, en Ciudad Ixtepec, Oaxaca. No le resolverá problema alguno a ese país, cuya xenofobia ahora le dicta enviar 20 mil soldados a la sureña línea divisoria. Reprueba la política mexicana que criminalizó a los migrantes y los hizo víctimas de una evidente alianza entre cárteles del narcotráfico y Fuerzas Armadas para extorsionar a familias enteras y –sin lograrlo– contener los flujos migratorios. Calderón, una persona en extremo “soberbia” y temerosa, incapaz de mirar a los ojos

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Fuente: Contralínea 344 / julio 2013