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Testimonio y Esperanza: activismo político-religioso

Testimonio y Esperanza: activismo político-religioso

Desde hace más de dos décadas, el grupo Testimonio y Esperanza ha desarrollado una militancia afín a la jerarquía católica y al Partido Acción Nacional (PAN).
 
Este movimiento ha sido identificado como uno de los organismos de fachada del Yunque. Como otras organizaciones de activismo católico, busca llevar la influencia confesional a la vida social y política.
 

El PAN, el Yunque y la Iglesia

 
El Movimiento Testimonio y Esperanza fue fundado y presidido en 1986 por el actual gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame. Luego de él, la organización fue presidida por Jorge Barba Gutiérrez y Rodolfo Álvarez del Castillo; y desde 2009, por Víctor León. Cercanos a este grupo han sido Jorge Serrano Limón, dirigente nacional del Comité Provida, y sus hermanos Juan Carlos y Francisco.
 
De acuerdo con su página (www.testimonioyesperanza.com), este movimiento busca “formar líderes que animen a la juventud a vivir un estilo de vida cristiano en los ámbitos de la vida social y trabajar en la construcción de un México mejor, siempre fiel”. Es decir, se opone a la secularización de la sociedad, al promover la influencia de la jerarquía católica, para formar dirigentes derechistas.
 
Además de organizar eventos para jóvenes –que son el sector al que se dirige–, participa en la realización de eventos de carácter político-religioso, como la peregrinación anual al Cerro del Cubilete, las manifestaciones –en la década de 1990– en protesta por la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, y actos para apoyar la canonización de los cristeros.
 
“Hoy le damos gracias al gobierno porque con sus rifles los puso en el cielo y si se repite tan sangriento evento, los jóvenes cristianos estamos dispuestos a morir por Cristo y su evangelio […] Soy soldado de Cristo y mi estandarte es la cruz […] Venimos a celebrar a Cristo Rey y al que no le cuadro, que chi…”, fueron algunas de las consignas del grupo en 1992, cuando se reunieron en el Zócalo para celebrar la beatificación de algunos de los “mártires” de la Guerra Cristera (“La consigna: pintas, gritos y mantas”, Reforma, 6 de abril de 1997).
 
También en 1992 el entonces gobernador de Guanajuato, Carlos Medina Plascencia, y Marco Adame participaron en la peregrinación del Cerro del Cubilete e hicieron pronunciamientos político-religiosos. En febrero de 1995, en Aguascalientes, inspectores de la Dirección de Reglamentos del municipio sustrajeron cinco fotografías de una exposición de Carlos Llamas Orenday, en un operativo ordenado por autoridades municipales. El 2 de marzo de ese año, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) anunció que coordinaría a “todo un ejército de inspectores de moral pública” para denunciar todos los eventos públicos, manifestaciones sociales y artísticas que atentaran “contra la dignidad del hombre”, y añadieron que habría un teléfono para denunciar la pornografía o los “atentados al pudor”.
 
El anuncio se hizo durante una manifestación de rechazo a la exposición de Llamas Orenday, donde participaron 400 integrantes de la UNPF y del grupo Testimonio y Esperanza, así como funcionarios y diputados panistas y empresarios conservadores, entre ellos Felipe González González, quien después sería gobernador de la entidad.
 
En 1997 –durante la contienda electoral por el Gobierno del Distrito Federal– Testimonio y Esperanza, junto con otros grupos de filiación católica, apoyaron al entonces aspirante a la gubernatura, Carlos Castillo Peraza. El movimiento llevó a cabo una campaña para promover el voto “razonado” de la ciudadanía, lo cual, desde su punto de vista, implicaba emitir un voto de castigo al Partido Revolucionario Institucional y de apoyo al PAN.
 
El 7 de junio de 1997, Castillo Peraza se reunió en la Universidad Simón Bolívar con integrantes de Testimonio y Esperanza, en un acto que congregó solamente a 200 personas, a quienes pidió ayuda para ganar las elecciones; también anunció que, de triunfar, aplicaría impuestos y restricciones a la prostitución. Otro panista que ha participado en los eventos es José Luis Luege, director de la Comisión Nacional del Agua, quien concurrió en 2003.
 
En 2009, Testimonio y Esperanza anunció que se sumaría a la iniciativa de Provida para canonizar a Carlos Abascal, el extinto político panista famoso por sus convicciones conservadoras y sus vínculos con el sector empresarial.
 

De Guanajuato a Madrid

 
Testimonio y Esperanza ha tratado de extenderse a Colombia y Argentina, y al Sur de Estados Unidos. En 2010 su presidente, Víctor León, viajó a España para participar en la organización de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011, auspiciada por la jerarquía católica.
 
En agosto pasado, varios de sus integrantes participaron en el controvertido evento encabezado por el papa, que despertó lo mismo protestas de grupos laicistas de ese país, que reacciones de apoyo por parte de fanáticos católicos.
 
En México, Testimonio y Esperanza se ha mostrado activo en Guanajuato, Puebla, Jalisco y el Distrito Federal. En 2010, en León, Guanajuato, éste junto con Provida y el Movimiento Familiar Cristiano llevaron a cabo una marcha contra el aval de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a las bodas gay, y en apoyo al cardenal Juan Sandoval Iñiguez, quien acusó a los ministros de haber recibido dinero para tomar esa decisión.
 
También en 2010, en Guadalajara, Testimonio y Esperanza, al lado de los grupos Generación Cristo Rey, Red Misión, Explosión de Fe y el Movimiento Familiar Cristiano, participó en una peregrinación al Santuario de los Mártires de Cristo, cuya construcción apoyó el gobierno panista de Jalisco.
 
*Maestro en filosofía; especialista en estudios acerca de la derecha política en México