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El saqueo a Tamaulipas

El saqueo a Tamaulipas

Las trampas y el enriquecimiento de unos cuantos con el acueducto Pánuco-Nuevo León

Edgar Ramírez

Ciudad Victoria, Tamaulipas

E s un hecho. El río Pánuco será el que mitigue la sed de los regiomontanos a través del mega acueducto de 400 kilómetros que se comenzará a construir en el 2011.

El acueducto, que atravesará el corazón de Tamaulipas, tendrá una capacidad de conducción de entre 400 y 450 millones de metros cúbicos anuales. Es la cantidad que el estado de Nuevo León sustraería de los 15 mil millones de metros cúbicos que produce este río.

El costo, según se ha difundido, sería de cerca de 700 millones de dólares (unos 17 mil millones de pesos) y desembocaría en la presa del Cerro Prieto ubicado en el municipio de Linares.

La obra ya concluida abastecerá la zona metropolitana de Monterrey que consume 11.5 metros cúbicos por segundo diarios, que en realidad son 11 mil litros por segundo, después de que la cantidad de usuarios creció en un 45 por ciento. El consumo del vital líquido se elevó en un 11 por ciento.

Y es que, actualmente, a los nuevoleoneses les urge garantizar su suministro de agua porque, de acuerdo a estudios de la propia Comisión Nacional del Agua (Conagua), el abasto del vital líquido para el consumo humano sólo está garantizado para el 2015.

Hildebrando González, coordinador general del proyecto Acueducto Pánuco-Monterrey, dice que para iniciar con la primera etapa del plan se requiere de una firma por parte de las autoridades estatales, a fin de que se comprometan a comprar el agua que comenzaría a bombearse para el suministro local.

El directivo explica que de 40 por ciento del agua que es utilizada en Monterrey, se toma de la Presa del Cuchillo, la cual tiene constantes problemas debido a que depende de los temporales, siendo más frecuentes las sequías.

“Cerca de 20 por ciento es tomada del agua superficial, es decir, de lluvias, mientras que 40 por ciento restante se extrae de pozos; sin embargo, ésta ya comienza a presentar signos de contaminación con arsénico debido a la profundidad a la que ya se encuentra”, sostiene.


La contra-construcción

Derivado de la construcción de ese acueducto, y de extraer agua del río, se correría el riesgo de que la salinidad se meta aguas arriba e impacte el sistema lagunario del río Tamesí.

José Luis de León Hurtado, expresidente del Consejo Ciudadano del Agua del Estuario del Río Pánuco, dice que por lo anterior no se puede aprobar ni asumir una conformidad para construir un acueducto que dotaría de agua a Nuevo León.

“Se está hablando de una comercialización del agua para conducirla a Monterrey, embotellarla y venderla a 100 veces más del valor que se está concesionando”, advierte.

“La cuña salina se filtraría al río al extraer aguas arriba la cantidad mencionada de líquido y representaría serios impactos y pondría en riesgo la infraestructura de abastecimiento de toda la zona conurbada del sur de Tamaulipas”, dice.

Aun así, cree que este caso es un trasfondo que se tiene que considerar en extraer el agua realmente para beneficio de la zona de Monterrey hay grandes interrogantes.

Recuerda que hace algunos años, a través de la influencia del poder, se han dado concesiones de extracción de agua a embotelladoras y en Monterrey se encuentra la embotelladora más grande de América Latina, y hay que estar seguros si esa cantidad de agua dulce es para la población.

Primero tiene que haber estudios de los impactos que va a provocar la extracción de 450 millones de metros cúbicos anuales pues se está tomando una decisión que se puede manejar sin medir las consecuencias.

“Porque lo que puede ocurrir es que al extraer aguas arriba del río Pánuco, de Cacalilao hacia arriba, en esa cantidad la cuña salina podría meterse aguas arriba y podría impactar al sistema lagunario, porque los diques están derramando un metro”, insiste.

“Definitivamente no”, ataja.

El expresidente señala que hay que reconsiderar todos los factores ambientales, ecológicos, el recurso pesquero y la cuña salina, hasta donde se va a ingresar con la sobreelevación del mar, los cambios climáticos y la extracción del agua hacia la sultana del norte, a principios del mes de julio, sufrió uno de los golpes severos de la naturaleza a través del huracán “álex”.


Doble saqueo al Panúco

Denominado “Acueducto II, Agua para Todos”, es el proyecto que permitirá abastecer del vital líquido al Estado de Queretáro y que según está confirmado ya se construye una presa río arriba que servirá para almacenar agua y rebombearla a través de ductos a esa entidad.

Pero que no sólo beneficiaría a Querétaro, sino a otras regiones del centro del país. Sería un megasaqueo.

Al respecto, Jerónimo Andrade Córdova, presidente del Consejo Ciudadano del Agua de la Cuenca Alta y Baja del río Pánuco, indica que lo que podría ocurrir con este saqueo es que no bajará suficiente agua de la cuenca que hasta el día de hoy llega a Vega de Otates y, en cambio, subirá de donde quieren sacar el agua dulce para llevarla a Monterrey con desviaciones a Nuevo León.

“Esto causará que la entrada de agua salada sea mucho mayor y que existiría el riesgo de que el agua que se pretende llevar al Estado vecino del norte, no sirva”, explica.

Sin embargo, explica, “el proyecto es viable, siempre y cuando intervengan especialistas, quienes de acuerdo a su dictamen decidan que pasaría con esta obra”.

Revela que ya se tiene una hectárea ubicada a un costado de la margen izquierda del Pánuco en la comunidad de El Reventadero, donde se instalaría la planta de bombeo.

La planta se localizaría a 6 kilómetros de la cabecera municipal y a 2.5 kilómetros de la planta de bombeo que abastece de agua a la ciudad de Pánuco, Veracruz.

Con esto, Andrade prevé que hasta la gente de esa ciudad veracruzana correría el riesgo de consumir agua salada.

Añade que la concesión para la explotación de río existe por parte de la CNA que es de 30 años, pero que no ha sido ocupado, misma que fue autorizada en el sexenio de Vicente Fox.

“Por eso es importante la intervención de especialistas en la materia, para que realicen los estudios de factibilidad, porque las autoridades federales deben tener mucho cuidado al dar ese tipo de permisos”.

Reconoce la actitud de reproche de los pueblos ribereños ante la magnitud del problema y sugiere que los mismos gobierno locales de la zona deberían manifestar también su oposición.

“Porque Pánuco, Tempoal, El Higo, y otros municipios estarían viéndose perjudicados”, advierte.


Constructores en el jaloneo

Socios de la Industria de la Construcción se han mostrado insistentes en conocer el proyecto de construcción del acueducto que trae la Conagua y que permitirá abastecer de agua del río Pánuco al Estado de Nuevo León.

“No sabemos qué avance tiene, muchos menos en dónde estamos parados nosotros, pero tenemos mucho interés en participar en esos proyectos; de hecho, hay empresas y socios que ya participan desarrollando proyectos en la Conagua”, sostiene, Jesús Abud Saldívar, coordinador en el sur de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

Pero confían en que los proyectos de infraestructura que se desarrollen en la zona traigan beneficios para las empresas pero, al mismo tiempo, que sean conscientes de que esos mismos proyectos no traigan afectaciones para quienes viven aquí.

Reitera: “No conocemos los detalles, no sabemos en este momento el suministro o disponibilidad de agua que tenga la zona que pueda ser posible llevarla a Nuevo León sin que tengamos una afectación en la zona conurbada”.


A desquitar su sueldo

Después del gris trabajo que ha tenido en el Congreso de la Unión, Francisco Rábago Castillo, legislador federal por Tampico, decidió empezar a desquitar su salario de 120 mil pesos.

Tras la polémica desatada por la intención de construir el acueducto que llevaría agua del Pánuco a Monterrey, a finales de junio pasado Rábago Castillo envió un oficio a la Conagua para saber en qué consistía y qué status tiene el plan de construcción y, en caso de ser confirmado el proyecto técnico de construcción, saber si Tampico o Tamaulipas recibirán dinero por la extracción de agua.

A través de dicho oficio, el legislador priista solicita información al director general de Conagua, José Luis Luege Tamargo, para conocer a detalle en que consiste el proyecto.

“Se ha estado manejando a través de los medios de comunicación escritos, la posibilidad del proyecto de un acueducto para llevar agua del río Pánuco al municipio de Linares, Nuevo León.”, señala el diputado.

Cita el oficio “Como representante del VIII Distrito de Tamaulipas, que comprende Tampico y parte de Ciudad Madero, me veo en el deber de solicitar información fundamentado en el artículo octavo de la Constitución Política de México”, agrega.

En el oficio enumera los cuatro puntos que quiere conocer: el expediente técnico, si ya se licitó la obra; y, en caso de ser así, quiénes participaron, a quién se le otorgó y cuál es el monto de la misma.

Asegura que aunque como diputado siempre estará a favor de los proyectos que beneficien al país, así como apoyar a los vecinos del Estado del norte, “no dejará que este proyecto afecte a los habitantes del distrito que representa en el Congreso de la Unión”.

Por su parte Schuldes Dávila, de la Conagua, sostiene que la concesión para extraer agua del río Pánuco ya está dada y que el abastecimiento para la zona conurbada de Tampico, no estará en riesgo.

“La autorización del proyecto ya fue otorgada al gobierno de Nuevo León y ya tiene la facultad de extraer agua del cuerpo veracruzano y conducirla a través de un acueducto de casi 400 kilómetros hasta la presa Cerro Prieto ubicada en Linares”, precisa.

En cambio Raúl Quiroga Álvarez, jefe de la Comisión Estatal del Agua en Tamaulipas, revela que “la construcción del acueducto Tampico Monterrey no afecta ni beneficia al Estado; ni mucho menos es otra trastocada del gobierno federal hacia los productores tamaulipecos”.

Habla a favor de la obra, al asegurar que los regiomontanos alientan esa construcción porque es la única alternativa viable que tiene Nuevo León para atender sus habitantes.

“No podemos decir que es otro golpe para los productores, toda vez que esas aguas son nacionales y no de Tamaulipas”, continúa.

El responsable de programas federalizados del CEAT, reitera que la obra es la única alternativa que tienen las autoridades de Nuevo León, porque ellos no permitirán se ejecute el proyecto Monterrey 5, que consiste en la construir la ampliación de la presa El Cuchillo.

Pues además de acabar con las 66 mil hectáreas del Distrito de Riego 026, Bajo Río San Juan, sólo podrían cubrir la demanda por 6 años; el agua se acabaría por completo.

Por ello considera que esta obra es la más viable, pues el agua del Pánuco no “la vamos a necesitar nosotros ni es de los productores; es un suministro nacional y la entidad actualmente no toma ni una sola gota del río Pánuco ni la vamos a necesitar seguramente”.


El Pánuco, un asunto añejo

Un artículo publicado en La Jornada el 11 de noviembre de 2003, revela la incubación del asunto a través del influyentísimo.

El artículo sostiene textualmente lo siguiente: la entrega, en 2003, de una concesión al empresario Rafael Zarco Dunkerley, uno de los coordinadores de la agrupación Amigos de Fox, para explotar comercialmente y enviar a Nuevo León más de 315 millones de metros cúbicos anuales de aguas del río Pánuco, generó la reacción, aunque tardía, del gobierno de Veracruz, que anunció la promoción de un juicio de nulidad contra la autorización hecha por la Conagua.

Esta demanda se basará en que a más de tres años de emitida la concesión por 30 años, la empresa Acueducto Pánuco al Norte S.A., propiedad de Zarco Dunkerley, no ha iniciado el aprovechamiento del afluente como lo estipula el título de concesión, el cual se emitió en forma irregular, pues en la Ley de Aguas Nacionales no se contempla el “uso de servicios” en el aprovechamiento del agua, como se estableció en el permiso.

“Todo está viciado de origen”, afirma Yolanda Gutiérrez Carlín, directora general de la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz (CAEV) y encargada de impugnar jurídicamente los permisos de la Conagua.

Como informó en exclusiva La Jornada el 6 de marzo pasado, Rafael Zarco Dunkerley, excontratista de Petróleos Mexicanos y uno de los coordinadores de la red que recaudó fondos para la campaña presidencial de Vicente Fox Quesada, promovió en 2002, con apoyo de Pemex y la recomendación de Ramón Muñoz Gutiérrez, jefe de la oficina de la presidencia para la Innovación Gubernamental, una concesión de Conagua para explotar la cuenca del río Pánuco.

Lo anterior, pese a que Zarco Dunkerley era investigado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por evasión fiscal, lo que llevó a su detención el 2 de octubre de 2003, aunque después salió libre.

En un oficio dirigido al empresario Zarco Dunkerley, el subdirector de la Conagua, Felipe Arreguín Cortés, califica la petición para extraer agua del río Pánuco como “de interés para el órgano desconcentrado” y lo insta a presentar el proyecto integral.

En el mismo oficio, de fechado el 22 de julio de 2003, se cita a Muñoz Gutiérrez como uno de los gestores del proyecto frente al director de la Conagua, Cristóbal Jaime Jáquez. También se gira copia a Juan Bueno Torio, excoordinador de los Amigos de Fox en Veracruz y entonces subsecretario de Economía.

La recomendación de Muñoz Gutiérrez surtió efecto y el 7 de mayo de 2003, la Conagua emitió la concesión por 30 años para extraer anualmente 315 millones 360 mil metros cúbicos de agua para trasladarlos a Monterrey.

Foliada con el número 09VER130481/26EAGR03, la concesión beneficia a Acueducto Pánuco al Norte S.A., con registro federal de contribuyentes APN-0211078KS creada en noviembre de 2002 y domicilio fiscal en Miguel Laurent 210, colonia del Valle, delegación Benito Juárez del Distrito Federal.

El texto señala que la concesión es “para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales superficiales por 315 millones 360 mil metros cúbicos anuales y explotar, usar o aprovechar cauces, vasos, zona federal o bienes nacionales a cargo de la comisión por una superficie de 6 mil metros cuadrados”.

Según el anexo 3.1 del documento, el sitio donde se extraería el agua es el poblado Reventadero, municipio de Pánuco, donde se ubican los 6 mil metros cuadrados de zona federal autorizados, mientras el objeto de la explotación es en la modalidad de “usos de servicios”.

La operación será extraer 10 mil litros por segundo durante las 24 horas de los 365 días cada año para complementar la cantidad estipulada de 315 millones 360 mil metros cúbicos al año.

El acta está firmada por Luis Rafael Renero Amparán, gerente regional Golfo-Norte de la Conagua y fue anotada en el Registro Público de Derechos de Agua el 9 de mayo de 2003 en el folio 09VER102499 por el registrador Mario Alberto Rodríguez Pérez.

El 5 de noviembre, luego de que campesinos de la zona norte manifestaron su rechazo a la explotación de las aguas del Pánuco, uno de los cuatro ríos más importantes del país, que corre principalmente por los estados de Tamaulipas y Veracruz, el gobernador de esta última entidad, Fidel Herrera Beltrán, anunció que se impugnará la concesión otorgada por la Conagua a Zarco Dunkerley.

Refirió que a tres años de la emisión del permiso, la explotación del cuerpo de agua no se ha ejecutado y, por ende, se buscará su nulidad. Tajante, dijo que “no habrá agua de Veracruz fuera de Veracruz”.

Gutiérrez Carlín, encargada de impugnar jurídicamente los permisos de la Conagua, precisó que concretamente el apartado noveno de la concesión estipula como “causa de caducidad dejar de aprovechar las aguas objeto de esta concesión durante tres años consecutivos”.

“La concesión fue emitida el 7 de mayo de 2003, entonces los tres años se cumplieron el 7 de mayo de 2006; hasta la fecha, no ha habido explotación del concesionario, no han operado ni construido algo ni pagado derechos”, asegura.

Desde inicio de semana, la CAEV dirigió un escrito al gerente regional Golfo-Norte de la Conagua, Rafael Renero Amparán, en el que solicitan copias certificadas del título de concesión para proceder a pedir formalmente la caducidad e iniciar un juicio de nulidad ante un juzgado de distrito.

El juicio “es porque la concesión está viciada de origen, en la Ley de Aguas Nacionales de 2003 no existe el objeto de uso de servicios con el que se ampara el permiso para Acueducto Pánuco al Norte y sólo identifica los usos urbano para el consumo humano, agrícola e industrial”.

Gutiérrez Carlín consideró una incongruencia la autorización para extraer agua del río Pánuco y llevarla a Monterrey, cuando en la zona norte de Veracruz hay parques industriales que tienen escasez del líquido y municipios que han sido azotados por sequías prolongadas.

Sólo en los distritos agrícolas de Chicayán, La Tortuga, Pujal Coy I Fase y Pujal Coy II Fase, hay 220 mil hectáreas que requieren agua que podría sacarse del Pánuco en lugar de que el recurso sea objeto de lucro por particulares.

Incluso, recordó que el gobierno de Veracruz está comprando agua a Tamaulipas para abastecer a la población Moralillo, también del municipio de Pánuco.

La funcionaria no descartó que como último recurso para revertir la concesión a Zarco Dunkerley se promueva una controversia ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.