Síguenos en redes

La policía “católica”

La policía “católica”

El gobierno de Calderón ha puesto a las fuerzas de seguridad al servicio de la jerarquía católica.

En la Catedral Metropolitana de la ciudad de México, por ejemplo, a partir del 1 de julio de 2007, 110 elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP), a las órdenes de Norberto Rivera, se encargan de reprimir a personas que desde hace más de tres años se han estado manifestando afuera de ese recinto en defensa del Estado laico y contra los abusos del clero.

https://i0.wp.com/contralinea.info/archivo/2010/junio/186/opinion/policia-catolica.jpg?w=800Ha habido ocasiones en que esos policías apoyan las agresiones de grupos de extrema derecha contra esos críticos del cardenal, que simplemente ejercen su libertad de expresión.

Los guardianes también han procedido contra feligreses que, según ellos, no respetan las doctrinas religiosas.

La Policía Federal al servicio de Norberto

El 7 de octubre de 2007, la señora Julia Klug y otras personas que protestaban contra reformas constitucionales que el clero pretendía imponer en detrimento del Estado laico fueron arrolladas por la camioneta blindada de Norberto Rivera, quien además inició una persecución judicial contra Klug.

La camioneta color gris perla, placas 436-UXX, marca Toyota, modelo Siena, 2007, fue importada por Nuevo Laredo, el 20 de diciembre de 2006, y comprada por Carlos Peralta Quintero en Alecsa Pachuca, con un costo de 486 mil 400 pesos, en enero de 2007.

Posteriormente, la factura del vehículo fue endosada a favor de la monja Marcelina Santos López, de la Congregación de Hermanas Menores de Jesús, AR, quien se supone que viajaba junto con Rivera el día de la agresión contra los manifestantes, al lado de la religiosa Teodora Ponce y del chofer de Norberto, Jesús García López.

En agosto de 2008, un grupo mujeres ataviadas con minifaldas que protestaban ante la Catedral por declaraciones de la jerarquía católica, de que el uso de minifaldas y escotes “provocaban” las agresiones sexuales, fueron sacadas a empujones por los elementos de la Policía Federal, quienes las cercaron y las llevaron a la fuerza hasta la calle.

Los agentes habían recibido instrucciones terminantes de impedir el ingreso a la Catedral de quien usara short y playera deportiva. “Por respeto al templo” (La Jornada, 18 de agosto de 2009).

El 22 de noviembre de 2008, al finalizar el mitin convocado por Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo capitalino, un hombre de unos 40 años llamado Miguel Ángel fue golpeado por cerca de nueve elementos de la PFP tras haber intentado ingresar al recinto con un ejemplar del diario La Jornada.

El agredido usa bastón, pero eso no impidió que los elementos de la policía lo atacaran con violencia como parte de un operativo policiaco-clerical a la entrada de la Catedral, para revisar las bolsas y portafolios de quienes buscaban ingresar al lugar.

El 27 de diciembre de 2009, mientras protestaba contra la injerencia de Norberto Rivera en asuntos políticos y contra la pederastia de algunos sacerdotes, Yolanda Montero Salazar fue insultada y golpeada por dos mujeres y tres hombres, que se dedicaron a romper las cartulinas y mantas de los manifestantes.

Como consta en un escrito presentado por Yolanda ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, los fanáticos arremetieron contra ella, arrastrándola y jalándola de los cabellos, y cuando trató de defenderse, los partidarios de Norberto recibieron ayuda de los agentes de la PFP que custodian la Catedral, quienes la llevaron a una patrulla, donde fue entregada a las autoridades de la delegación Cuauhtémoc, que la dejaron en libertad al comprobar que ella había sido agredida y no agresora.

El 7 de marzo de 2010, afuera de Catedral, elementos de seguridad que vestían traje oscuro arrebataron a Julia Klug y a otro activista una manta donde cuestionaban los abusos sexuales de Marcial Maciel.

En esa ocasión, los guardianes de Norberto hicieron causa común con jóvenes del grupo Unión de Voluntades, organización antiabortista que ha contado con el apoyo de empresarios como José Barroso Chávez (quien falleció en febrero de 2008 y fue presidente de los Caballeros de Malta y de la Cruz Roja) y como Patricio Slim Domit.

Este último, que es hijo de Carlos Slim, dice que la Virgen se le apareció y le habló, pero no le dijo que le diera sus multimillonarios bienes a los pobres, sino por el contrario, que apoyara a la ultraderecha, lo cual está haciendo con ahínco.

Dicho grupo, que dice ser guadalupano, y partidario de imponer “la disciplina” en la sociedad mexicana, difunde tanto en su página web (www.uniondevoluntades.org) como en mamparas colocadas en algunos templos de la ciudad un volante donde además de reiterar consignas antiabortistas se manifiestan contra los “sindicatos nocivos para la economía del país”, la “pornografía”, la homosexualidad, las drogas, el populismo, etcétera.

El 4 de abril de 2010, Domingo de Pascua, antes de comenzar la misa del mediodía, que suele oficiar Norberto Rivera, se presentaron, como puede verse en las gráficas, dos transportes de la Policía Federal con personal equipado con armas largas, y se apostaron precisamente donde suelen manifestarse los activistas que critican al cardenal, como queriendo lanzar contra ellos poco veladas amenazas de muerte.

Cotidianamente, dentro de la Catedral los policías al servicio de Norberto franquean las puertas que dan acceso a las dependencias interiores, quizás para recibir instrucciones de los jerarcas religiosos, o sabe dios si para planear otras actividades menos piadosas.

También suelen apostarse en las esquinas del recinto, en actitud vigilante como cuidando que los feligreses recen con fervor, como buenos católicos que votan por el Partido Acción Nacional.

Por si fuera poco, hay indicios de que la influencia del clero sobre la policía está aumentando, pues en templos como la llamada Capilla de Salto del Agua, ubicada sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas, una de las vitrinas dedicada a exhibir la imagen de Cristo muestra también un volante de la Procuraduría General de la República donde se habla de un operativo para que el clero y los feligreses puedan denunciar posibles “delitos” dentro de los templos (bueno habría sido, por ejemplo, denunciar a tiempo los abusos de Marcial Maciel desde los recintos sagrados).

*Maestro en filosofía; especialista en estudios acerca de la derecha política en México

CONTRALÍNEA 186 / 13 DE JUNIO DE 2010