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El muro llegó a Brownsville

El muro llegó a Brownsville

Una de las ciudades texanas que más ha peleado en contra de la construcción del muro fronterizo es Brownsville, en la frontera con Matamoros. Sin embargo las inconformidades y demandas legales de poco han servido, poco a poco la maquinaria ha comenzado a levantar la controvertida valla entre México y Estados Unidos

Paola Almaraz Brownsville, Texas

La construcción del muro fronterizo llegó a las ciudades hermanas de Matamoros, Tamaulipas, y Brownsville, Texas. Y a pesar de que existen demandas legales con las que se espera detener esta edificación, ya es posible observar trabajadores y maquinaria frente a las instalaciones del Consulado de México en Brownsville.

“Pat Ahumada, mayor de Brownsville, Texas, señaló que a pesar de la lucha de autoridades locales, el gobierno federal ha iniciado la construcción de la valla en varias propiedades privadas donde los dueños otorgaron el permiso.

“Aún no construyen donde nosotros hemos luchado, ahí donde se encuentran trabajando son propiedades privadas. Los dueños no se unieron al proyecto del muro virtual y nosotros no podemos controlar eso”, indicó.

“Después de una audiencia, el juez negó la construcción del muro hasta no tener más información de la represa”, dijo Ahumada, quien añadió que se sigue proponiendo la alternativa de una represa que serviría como “muro virtual”.

Lamentó que los dueños ya autorizaron la construcción de la barrera fronteriza en sus terrenos y que no estén bien enterados de que existe una posibilidad de detener esta cimentación con el proyecto de la represa.

“Les sugiero a los propietarios que tienen terrenos en esa área a que se unan con nosotros para seguir la lucha, a fin de detener esta muralla, aún hay tiempo”, agregó.

Destacó que existen grandes posibilidades de impedir la construcción del muro, ya que el juez negó el permiso al Departamento de Seguridad Nacional para proceder con la construcción.

“Seguiremos la lucha e insistiremos en el proyecto para la represa para evitar en lo posible que esta edificación continúe y afecte las relaciones binacionales que se tienen con nuestra ciudad hermana”, señaló.

El edil recordó que las 23 millas de longitud que tiene esta barrera le está costando millones de dólares a los contribuyentes texanos.

“Cada milla del muro tiene un costo entre 14 y 16 millones de dólares, es decir, que se pretende invertir cerca de 322 millones de dólares en esta frontera”, concluyó.

Afecta a todos

Una muestra de cómo los diseñadores de la barrera metálica ignoraron la vida y cultura fronteriza es el campus de la Universidad de Texas en Brownsville y el Colegio Southmost de Texas.

De acuerdo a la página de Internet de la universidad, la barda estaba diseñada para construirse sobre las riberas del río Bravo, al sur del llamado “Puente Viejo” de Matamoros.

El problema es que este diseño del muro partiría en dos partes de campus de la universidad, pues pasaría entre campo de béisbol de la institución, el Complejo de Educación de Negocios y el campo de golf Fort Brown y los restos del Fuerte Texas, un importante sitio histórico donde se desarrollaron algunas de las batallas de la guerra entre México y Estados Unidos.

“Los planes también incluyen un acceso a la barda con una extensión de 60 pies (un kilómetro con 800 metros). Como el campo de béisbol se encuentra adyacente al bordo por donde pasará el muro, entonces la estructura invadirá los jardines del campo béisbol y el estacionamiento del Complejo de Educación de Negocios que se acaba de construir y se encuentra ubicado sobre el bulevar Universidad”, detalla la institución en un estudio al que se tuvo acceso.

De acuerdo al documento, el DHS demandó a la universidad el acceso a sus predios por espacio de 18 meses en los que “no se hace responsable de ningún daño de la propiedad de la institución durante sus trabajos de preparación de la barda”.

Ante la exigencia, el Consejo Directivo del Colegio Texas Southmost, que comparte instalaciones con la Universidad de Texas en Brownsville, determinó rechazar la petición del Gobierno de Estados Unidos.

La resolución, emitida el pasado 25 de octubre asegura que el muro afectaría el acceso de los estudiantes, maestros y ciudadanos en general al colegio.

“Más que nada la nación necesita saber que somos una comunidad con México. Necesitamos construir puentes, no muros”, aseguró Rosemary Breedlove, integrante del consejo.

Por su parte Juliet V. García, presidenta de la Universidad de Texas en Brownsville, también manifestó su rechazo a permitir el acceso de los ingenieros del Ejército de Estados Unidos al campus de la institución.

En un comunicado, la directiva universitaria explicó que la negativa se debe a las propiedades de la institución están en riesgo debido a que el gobierno pretende construir el muro cerca de edificios que se ubican “en el corazón del campus” como la sede de la Unión de Estudiantes y el edificio de Vida y Ciencias de la Salud.

Además, García externó su preocupación por los efectos que pudiera tener en la seguridad de los estudiantes y los catedráticos la presencia del muro cerca de ellos.

“De acuerdo al DHS, el plan de construir un muro en el bordo es con el propósito de encaminar los accesos ilegales a un solo pun to para una fácil aprehensión. Ese punto es la misma entrada en el muro que se utilizaría ára entrar y salir del campo de golf, la sede de nuestro equipo de golf y directamente detrás del parque de béisbol.

Tener un acceso en una barda de 5 metros de altura para encaminar los accesos ilegales a un lado de nuestro equipo de golf y adyacente al parque de béisbol, el nuevo parque de soccer y el Centro REK pondrá en peligro a nuestros estudiantes y comprometerá la seguridad del campus”, sentenció García.

La catedrática se mostró preocupada por los daños en el medio ambiente la destrucción de reservas ecológicas con la construcción de la barrera fronteriza.

“La construcción de la estructura de la barda tendrá un impacto negativo en el medio ambiente, afectando los sistemas ecológicos de nuestra región y obstruyendo el desarrollo de caminos para bicicletas, rutas para correr y caminos ecológicos que son característicos de la cultura de nuestro campus”, sentenció.

Por último García expresó que la barda viola la importancia histórica de la universidad.

“El campus de la universidad alberga varios y significantes sitios históricos incluyendo el Fuerte Brown y el Fuerte Texas. La propuesta de ubicación del muro dejaría los restos originales del Fuerte Texas en el lado mexicano de la barda”, indicó.